Los medios guatemaltecos, al igual que muchos del resto del mundo, cubren los primeros nacimientos del nuevo año como uno de los primeros acontecimientos del año. En Guatemala no solo se anuncian los primeros nacimientos sino que también se les premia, me refiero a la iniciativa Maratón de la Cigüeña. Esta iniciativa es impulsada por Prensa Libre y sus patrocinadores y estos reparten cuatro premios a los primeros recién nacidos del año. Los premios son destinados a familias de escasos recursos dado que este esfuerzo busca ayudar a las familias con la salud y el bienestar de los recién nacidos.
Este año los premios incluían: pañales, juguetes, libros, ropa, carruajes, leches, cunas y becas para estudios académicos. El primer nacimiento del año fue una niña llamada Génesis por lo tanto ella y su madre Luisa Fernanda obtuvieron el premio al primer lugar. Subsecuentemente las otras ganadoras fueron Joselin, Yesica y por último María del Rosario. Las cuatros ganadoras fueron entrevistadas y todas se sentían muy afortunadas de haber obtenido dichos premios.
Ser las primeras cuatro madres del año no es lo único que estas mujeres tenían en común lo que me sorprendió al leer la noticia es que todas eran menores de 30 años y en particular dos eran menores de 23 años. La madre ganadora era la mayor y apenas tenía 26 años; Joselin del Águila, quien ganó el segundo lugar solo tenía 16 años y era la menor. Por su parte, Yesica Marcos la ganadora del tercer lugar tenía 25 años y la ganadora del cuarto lugar María del Rosario tenía 20 años. A dos de las madres no las acompañaba el padre del bebé, lo cual nos indica que eran madres solteras. Estos números nos reflejan un grave problema que afecta a las mujeres guatemaltecas, el cual es la maternidad temprana o infantil.
Como he mencionado en previas columnas, las cifras de la maternidad infantil en nuestro país son preocupantes, somos el tercer país de Latinoamérica con el índice más alto. Según el Guttmacher Institute, entre mujeres guatemaltecas, de cada 1,000 embarazos 114 son debidos a la maternidad temprana o infantil. En su mayoría, estas madres suelen terminar siendo madres solteras y sus embarazos son debido a abusos sexuales. Las consecuencias de los embarazos no planeados son devastadoras especialmente para las madres jóvenes de escasos recursos ya que impiden el desarrollo saludable de la madre y el niño. Por ejemplo en el interior encontramos muchas madres jóvenes con un promedio de cinco hijos, los cuales sufren de malnutrición y no tienen acceso a salud ni educación.
Estas cuatro madres tienen la suerte de que sus hijos nacieran a tiempo para poder recibir el premio, sin embargo los productos del premio no les durarán los 18 años que tendrán que cuidar a dichos bebés. Me pregunto qué va a hacer Joselin, la joven de16 años, quien actualmente vive en un asentamiento, cuando los pañales y la leche del premio se le terminen. María del Rosario, la joven de 20 años, tendrá que ver qué hace cuando a su hija no le quede la ropa del premio. La iniciativa de la Maratón de la Cigüeña tiene buenas intenciones, sin embargo, si su finalidad es ayudar a madres de escasos recursos, el esfuerzo debe ser más que un premio que representa una solución cortoplacista. En vez de dar solo cuatro premios al principio del año los patrocinadores deberían de enfocar sus esfuerzos a un fondo que recaude recursos durante todo el año. Este fondo podría ser destinado a más madres y tener más que solo una finalidad. Por ejemplo podría ayudar con cuidado prenatal, educación sexual y planificación familiar, salud materno-infantil y acceso a educación entre otras. De esta manera la madres comenzarían un nuevo año con la perspectiva de oportunidades reales para su futuro.
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