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Nicaragua: EE.UU. “condiciona” a Alemán

“Estos pasos podrían enfurecer al gobierno de Ortega y pueden prestarse para tomar medidas de represalias contra la Embajada, pero podrían servir para fomentar la creación de una coalición de oposición, mantener a Alemán más cerca de la oposición, hacer que le sea políticamente más difícil formar un nuevo pacto con Ortega y fortalecer las capacidades de las fuerzas pro-democráticas de Nicaragua para desafiar exitosamente a Ortega en 2011”, argumentó Callahan en su cable diplomático.
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Nicaragua: EE.UU. “condiciona” a Alemán

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El embajador Robert Callahan admitió en un cable diplomático emitido al Departamento de Estado en diciembre de 2009, que Estados Unidos podría “reconsiderar” su censura política hacia el expresidente Arnoldo Alemán, a quien le fue prohibido viajar a Estados Unidos por las acusaciones de corrupción durante su mandato (1997-2002).

Sin embargo, el giro estadounidense estaría condicionado a la ruptura del pacto Aleman-Ortega y a que Alemán se sumara a las filas de la oposición. Para el embajador, el cambio de postura de Estados Unidos hacia Alemán ayudaría a acabar con el pacto amarrado en 1999 y garantizaría la unidad de los partidos de oposición de cara a las elecciones de 2011.

Callahan dejó claro en el documento su desconfianza hacia el ex presidente Alemán, a quien no considera un verdadero opositor, aunque es más moderado en sus opiniones sobre el controvertido político de lo que fue su antecesor, el embajador Paul Trivelli. Cuando Trivelli hacía referencia a Alemán en sus despachos diplomáticos, lo llamaba el “ex presidente convicto” o usaba la palabra “delincuente”. De hecho, Trivelli preparó una serie de cables sobre “los crímenes” de la familia Alemán, en referencia a los casos de corrupción relacionados a Alemán y sus allegados.

En cambio, el embajador Robert Callahan dijo que estaba dispuesto a darle el beneficio de la duda a Alemán, pero con el objetivo de facilitar la ruptura del pacto y unir a la oposición. En el cable diplomático, sin embargo, Callahan deja bien claro que la decisión dependería de los “pasos” que dé Alemán para unirse “a los esfuerzos” de la “oposición constructiva” y “tomar medidas que fortalezcan la democracia de Nicaragua”. De lo contrario, asegura el diplomático, la embajada mantendría su postura dura frente al controvertido ex mandatario, acusado y condenado por corrupción y más tarde liberado por un cuestionado fallo judicial que según algunos analistas es una extensión del pacto.

Alemán y Ortega pactaron una repartición de poderes en 1999, un acuerdo que  garantizaba el control bipartidista de las cortes, el órgano electoral y el poder legislativo. Las reglas del juego del pacto cambiaron tras acusaciones de estafa y posterior condena judicial del ex presidente Alemán, que pasó a jugar con desventaja frente a Ortega. Desde entonces, Alemán lucha para mantener las cuotas de poder que le garantizó el amarre de 1999.

No es verdadero opositor, pero…

El embajador Callahan no ocultó en sus valoraciones el desprecio y la desconfianza de Estados Unidos hacia Alemán. En un cable diplomático emitido el 15 de diciembre de 2009, el embajador se preguntaba si el PLC es parte de la oposición o un socio del FSLN. El cuestionamiento venía porque el 3 de diciembre fue aprobado en la Asamblea Nacional un paquete de reformas económicas impulsadas por el Gobierno. Se trataba de una reforma tributaria que pretendía recaudar el 0,7% del PIB, dado que el Ejecutivo se veía en aprietos por el retiro de la cooperación internacional desde las denuncias de fraude en las elecciones de 2008. También se aprobó una reforma al Presupuesto de 2010 y se descartó una resolución de la Asamblea que anulaba el fallo emitido por la Corte Suprema de Justicia que permitía la reelección de Ortega.

En la sesión, la mayoría de los diputados del PLC se abstuvieron de votar, mientras otros votaron a favor de las reformas, cuando había un compromiso de la oposición de impulsar la condena a Ortega y de no apoyar sus iniciativas económicas. La acción de los diputados del PLC llevó al embajador Callahan a concluir que el partido que lidera Arnoldo Alemán mantiene los acuerdos del pacto de 1999.

“La posición del PLC como partido de oposición en la Asamblea Nacional ha sido cada vez menos convincente. Comenzaron el año con una votación que dio el control de la Junta Directiva del legislativo al FSLN, y concluyeron el año facilitando reformas económicas partidarias (…) a pesar de la firma de un acuerdo anteriorcon partidos de oposición en el que se afirmaba que no aprobarían cualquier legislación que empeorara los problemas económicos del país (…) La incapacidad del PLC en la Asamblea para apoyar su retórica con sus acciones, ha desencantado a la oposición política, así como público en general. Por esta razón, la creencia generalizada es que el PLC es más un socio del FSLN que una fuerza de oposición real”, escribió Callahan.

A pesar de estas valoraciones, el embajador afirmó a finales de diciembre que estaría dispuesto a cambiar su postura sobre Alemán, si esto favorecía un acuerdo de unidad opositora de cara a los comicios presidenciales de 2011. “Vamos a evaluar de manera clara la disposición del PLC de unirse a la oposición constructiva y tomar medidas que fortalezcan la democracia en Nicaragua. Si el PLC toma estas acciones, debemos estar preparados para considerar respuestas acordes en nuestra relación con Alemán y el PLC”, escribió el embajador Callahan.

Empresarios abogaron por Alemán 

El diplomático enumeró cuatro medidas que Estados Unidos podría tomar a favor de Alemán y el PLC si se cumplían las exigencias de la embajada: restaurar visados o aprobar exenciones para algunos miembros del PLC “que no sean de la familia Alemán”, y a quienes se les había revocado sus visas; examinar visados por razones humanitarias para algunos miembros de la familia Alemán que no estuvieron implicados directamente en casos de corrupción; organizar una reunión privada entre el embajador y Arnoldo Alemán “en un lugar neutral”; además de “otras medidas futuras” para “volver a integrar al PLC en la oposición”.

“Estos pasos podrían enfurecer al gobierno de Ortega y pueden prestarse para tomar medidas de represalias contra la Embajada, pero podrían servir para fomentar la creación de una coalición de oposición, mantener a Alemán más cerca de la oposición, hacer que le sea políticamente más difícil formar un nuevo pacto con Ortega y fortalecer las capacidades de las fuerzas pro-democráticas de Nicaragua para desafiar exitosamente a Ortega en 2011”, argumentó Callahan en su cable diplomático.

El embajador respondía de esta manera a una propuesta hecha por empresarios y representantes de partidos de oposición que se reunieron con él el 3 de diciembre de 2009. En esa reunión participaron Antonio Lacayo, del Centro Empresarial Pellas,  Róger Artega, entonces presidente de la Cámara de Comercio Americana Nicaragüense (Amcham); César Zamora, empresario del sector energético; Arturo Cruz, ex embajador de Nicaragua en Washington; Noel Vidaurre, ex candidato presidencial; y Eduardo Montealegre, identificado por Callahan como “líder de la oposición liberal”.

En un cable emitido el 11 de diciembre de 2009, Callahan anunciaba al Departamento de Estado la propuesta: “El grupo urgió al Gobierno de Estados Unidos a reconsiderar su relación con Alemán para mejorar las posibilidades de unidad de la oposición y reducir el riesgo de que Alemán formara otro pacto con Ortega”, se lee en este cable diplomático.

Según el documento oficial, Callahan respondió al grupo de empresarios y políticos opositores que Washington estaba “preparado para trabajar con todos aquellos interesados en la conservación de la democracia en Nicaragua, incluyendo a Alemán, pero tendría que ver pruebas creíbles y concretas de parte de Alemán y del PLC antes de una respuesta del Gobierno de Estados Unidos”.

Condiciones para hablar con Alemán

En el cable diplomático Callahan dejó claro que tiene reticencias sobre la figura del expresidente Alemán. Y que no creía que el político liberal dejara su “amarre” con el presidente Ortega. Sin embargo, Callahan aseguró al Departamento de Estado que estaría dispuesto a reunirse con el controvertido ex mandatario. En cables posteriores no se menciona si esta relación se llevó a cabo o si hubo acercamientos entre la embajada y el círculo cercano a Alemán.

“Si Alemán y el PLC se comprometen con la unidad y dan pasos verificables e irrevocables en apoyo de la democracia, incluyendo cambios en el Consejo Supremo Electoral que conduzcan a una elección más democrática en 2011, podríamos estar preparados para considerar en la relación con Alemán y otros altos liderazgos dentro del PLC, incluyendo una reunión con Alemán en una fecha futura”, aseguró Callahan en el cable diplomático.

Aguirre Sacasa: “Lectura errada de EE.UU.”

El candidato a vicepresidente por el PLC y diputado Francisco Aguirre Sacasa aseguró por teléfono que hubo un interés de acercamiento por parte de la embajada de Estados Unidos a Arnoldo Alemán, pero confirmó que “nunca” se llevó a cabo una reunión con el caudillo liberal. “Hasta donde entiendo ese encuentro nunca se dio. No sé qué pasó, por qué se descontinuó, no sé si fue que Washington lo descartó”, dijo el diputado liberal.

Sobre los contenidos de los cables del Departamento de Estado en relación al papel político del PLC y su liderazgo, el diputado liberal dijo que era una “lectura incorrecta de lo que estaba pasando en Nicaragua. Quien escribió esa información se equivoca”, dijo Aguirre Sacasa sobre las referencias que hacen los cables al pacto entre Alemán y Ortega.

El diputado alegó que ese pacto se rompió en 2007, cuando el FSLN comenzó fuertes presiones hacia el PLC para que apoyara una reforma constitucional que cambiaría el régimen presidencial por uno parlamentario, iniciativa impulsada por el presidente Ortega desde el inicio de su mandato. “La presión llegó hasta tal punto que en diciembre de 2007 Alemán fue encarcelado en su propia casa. No podía hacer uso de teléfonos celulares, las visitas eran limitadas y no podía salir de su casa-hacienda”, dijo Aguirre Sacasa. “En enero de 2008 ese régimen se suspendió y vino una nueva presión para apoyar una reforma constitucional. Había un borrador de la reforma que prepararon magistrados de la Corte Suprema de Justicia junto a miembros del Consejo Supremo Electoral, pulieron un documento elaborado en 2007. El PLC rechazó aprobar esa iniciativa”, agregó el diputado.

“Aquellos que creen que había un pacto se equivocan, tanto los politólogos nicaragüenses como los que nos ven desde afuera”, insistió Aguirre Sacasa.

Confidencial intentó entrevistar al ex presidente Arnoldo Alemán para conocer su posición sobre la visión que la embajada de Estados Unidos mantiene sobre su papel en la política nacional, pero no fue posible obtener una respuesta. Sus asistentes dijeron que estaba en una reunión partidaria y que él regresaría llamada. Al cierre de esta nota Alemán no había respondido.

En sus cables diplomáticos el embajador Callahan deja clara su preocupación por el daño que el pacto ha hecho a la institucionalidad en Nicaragua. Callahan mantuvo varias reuniones con empresarios y opositores para mantenerse al tanto de los cambios políticos ocurridos en el país desde la llegada al poder de Daniel Ortega. Fue en uno de esos encuentros que los empresarios pidieron al embajador que reconsiderada su posición respecto a Alemán. Usando un poco de ironía, el diplomático les recordó al grupo de empresarios y políticos opositores que el gobierno estadounidense quiere hechos de parte del PLC. “‘Obras, no palabras’ fue el lema de campaña de Alemán y el tema de gobierno de su Administración”, respondió Callahan.

 

Artículo publicado con la autorización de El Confidencial de Nicaragua.

Más información y el texto de los cables originales de Wikileaks en:http://www.confidencial.com.ni/wikileaksnicaragua

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