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Mi país, más que mi patria, mi fincota

Nadie, en su sano juicio, quiere dejar de ser el Napoleón de su reino, el finquero de su dominio, por más reducido o insignificante que este sea.
Tipo de Nota: 
Opinión

Mi país, más que mi patria, mi fincota

11 de Febrero de 2012
Palabras clave

Es difícil señalar qué es exactamente lo que incomoda de las campañas publicitarias facilonas y superficiales de superación nacional como la pepsimorfosis.

Que son profundamente ajenas a cualquier entendimiento crítico de la realidad nacional es de por sí obvio. Que apelan a un nacionalismo vacuo y simplista que difícilmente pase de las puras buenas intenciones, también.

Pero más allá de esto, lo que molesta de estas campañas es el uso descarado del archiconocido arte de vendernos gato por liebre; es decir, de hacernos creer que Pepsi tiene un enorme corazón altruista cuando lo que realmente le interesa, como a cualquier otra corporación,...

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