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México: Padre Solalinde afirma que dejará albergue de migrantes por órdenes de obispo

"Lo que no pensaba es que fuera a ser tan pronto porque no había necesidad de que él lo diera a conocer tan pronto, pero ya lo sacó en CNN y ya no hay reversa (marcha atrás)", dijo el sacerdote.
El religioso se considera castigado con la decisión y maltratado por otros sacerdotes católicos que "tienen envidia" porque sale en los medios.
El padre Alejandro Solalinde, fundador del albergue Hermanos en el Camino, que asiste a los indocumentados que cruzan el sur de México.
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México: Padre Solalinde afirma que dejará albergue de migrantes por órdenes de obispo

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El sacerdote Alejandro Solalinde confirmó hoy que por instrucciones del obispo de Tehuantepec, Óscar Campos Contreras, dejará el albergue Hermanos en el Camino, que fundó en 2007 para asistir a los indocumentados que cruzan el sur de México.

Sin embargo, el obispo sostuvo que el cura continuará con su labor en el albergue, aunque estará adscrito a una parroquia de la diócesis de Tehuantepec.

"Pienso obedecerlo, nada es mío, no soy indispensable, desde luego que no. Le voy a entregar el albergue, todo notarialmente, para que él disponga lo que sea", declaró Solalinde a la emisora MVS.

"Me queda claro que quien está haciendo esta obra es Dios y él la va a continuar conmigo y sin mí", señaló el sacerdote quien, sin embargo, abrió la posibilidad de "salir de la diócesis" a la que pertenece para seguir apoyando a los migrantes "como misionero" por el resto de su vida.

Localizado en Ixtepec, en el estado de Oaxaca, sur de México, el albergue de migrantes fue fundado en febrero de 2007 y presta asistencia diaria a indocumentados que cruzan México encaramados a los trenes que se dirigen al norte, la mayoría tratando de cruzar a Estados Unidos.

Durante años el albergue se ha convertido en referencia en las labores de asistencia a inmigrantes en el sur de México bajo la conducción de Solalinde, a quien acompaña un grupo de laicos y religiosos muy comprometido.

Solalinde explicó que en abril pasado el obispo Campos le comunicó que planeaba pasarle a una parroquia y que dejara Hermanos en el Camino.

"Lo que no pensaba es que fuera a ser tan pronto porque no había necesidad de que él lo diera a conocer tan pronto, pero ya lo sacó en CNN y ya no hay reversa (marcha atrás)", dijo el sacerdote.

El cura afirma que apartarle de la labor que realiza le entristece mucho porque no se lo esperaba ni entiende la premura con la que se ha anunciado.

"Me duele que no haya habido un lugar en la diócesis para un sacerdote que está tratando de vivir el Evangelio y que está evangelizando. Eso me cuestiona mucho", apuntó.

El religioso se considera castigado con la decisión y maltratado por otros sacerdotes católicos que "tienen envidia" porque sale en los medios.

"El pretexto (para apartarle de su labor) es que soy protagonista", apuntó Solalinde, quien dijo ignorar si el obispo de Tehuantepec ha "recibido presiones de otros grupos" para apartarlo del centro.

Al obispo Campos se refirió como alguien "un poquito vertical, un poquito autoritario", que no ha querido dialogar con él por el asunto.

"Entiendo que no soy indispensable, nadie lo es, pero soy un estorbo de respeto para el asentamiento de la delincuencia organizada porque los políticos que están arriba, que son los dueños y los directores de esas mafias, no se atreven a matarme, pero han luchado por quitarme", agregó.

Aseguró que estará "con los pobres y abajo" siempre, y si eso le lleva al castigo o incluso a la excomunión, "no importa".

"Yo creo en la misericordia de Dios y esas cositas son medievales. A mí no me asustan. No creo que un Dios misericordioso se una a un castigo que no merezco. Yo no creo en ese Dios", sentenció.

A su vez, el obispo de Tehuantepec, Óscar Campos Contreras, autoridad religiosa de la que depende Solalinde, calificó de erróneas las interpretaciones sobre la remoción del titular del albergue.

En una carta difundida por la Conferencia del Episcopado Mexicano, el jerarca católico precisó que el sacerdote continuará realizando su labor humanitaria en el albergue, aunque estará adscrito a una parroquia de la diócesis de Tehuantepec, como parte sustantiva del trabajo de un sacerdote católico.

"Posiblemente la causa de la confusión está en el diálogo que tuve con él antes de su periplo por Canadá y algunos países de Europa. Él me buscó para comentarme que en noviembre dejaba el trabajo de Movilidad Humana, ya que todo el equipo terminaba su función", dijo Campos aludiendo a la división para migrantes de las Conferencias Episcopales del Caribe, Centroamérica y Norteamérica.

"Preguntó que si tenía pensado algún trabajo para él. Le respondí que lo único que tiene la diócesis son las parroquias y dentro de ellas diversas actividades para atender a la comunidad. Le propuse que escogiera una para que quedara adscrito. No significa, en manera alguna, dejar el albergue. Me extraña, pues, la interpretación", añadió.

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