Estos ejes se concentran en la Policía Nacional Civil, el Ministerio Público –que es el motor del andiamaje jurídico penal–, y los jueces, que más que motivo de seguridad en la aplicación correcta de la ley, parecen, en su mayoría, ser portadores de la inseguridad jurídica abrumada por la impunidad y la corrupción.
No conozco a la jefe del Ministerio Público, la Fiscal General, Claudia Paz y Paz, pero tengo muy buenas referencias de ella y creo que su actuar ha sido ...
Estos ejes se concentran en la Policía Nacional Civil, el Ministerio Público –que es el motor del andiamaje jurídico penal–, y los jueces, que más que motivo de seguridad en la aplicación correcta de la ley, parecen, en su mayoría, ser portadores de la inseguridad jurídica abrumada por la impunidad y la corrupción.
No conozco a la jefe del Ministerio Público, la Fiscal General, Claudia Paz y Paz, pero tengo muy buenas referencias de ella y creo que su actuar ha sido de los pocos que pueden ser aprobados, aunque con las deficiencias estructurales de la institución que dirige.
Sin embargo, este nuevo año le va a traer al MP nuevos retos importantísimos para demostrar a los guatemaltecos hasta donde llega realmente su fortaleza institucional. El primero que se le presenta es de la Ley contra la Corrupción como es llamada la Ley contra el Enriquecimiento Ilícito, que va con dedicatoria especial a funcionarios, desde presidentes de la República, hasta múltiples directores generales y ministros por supuesto, que en este, y el anterior, y el otro y aquel gobierno, se aprovecharon del cargo para huevearse cuanto pudieran del erario público y sectores grandes, pequeños y medianos de nuestros empresarios que son la otra parte de la corrupción y la impunidad, haciendo negocios con los que tienen el poder de decisión. Recordemos que para los funcionarios la responsabilidad civil prescribe en 20 años y la penal por el doble de la pena que pudiera corresponderle, así que la pregunta sería ¿cuán lejos van a llegar? Hay alcaldes, y miles de exfuncionarios que aún les falta rendir cuentas. ¿Tendrá la capacidad el MP para salir avante?
La segunda situación que se presenta es la denuncia presentada por la CICIG contra 18 jueces, aunque como dijo un exmagistrado de la Corte Suprema “pensé que habrían más”. Y es que los magistrados honestos de ayer y hoy saben cuáles jueces son corruptos y por si no tienen pruebas, pues una medida sana es cambiarlos de judicatura y mandarlos a lugares donde no hagan daño. Y es que fundamentalmente, en lugar de estar pensando en reformas constitucionales, hay que pensar en reformar A FONDO, la ley de la Carrera Judicial que es una chamarra como la Ley del Organismo Legislativo con la que se tapan los “amadísimos” diputados. Tuve la oportunidad de conocer algunas de las investigaciones hechas por la supervisión de tribunales sobre jueces sobre los que pesaban denuncias que eran comprobadas, pero que morían al llegar a la Junta de Disciplina, integrada, ni modo, por magistrados y jueces que no van a “joder” a sus hermanos en negocios turbios. Habrá que investigar a esos jueces y conseguir pruebas fehacientes para que no quede como una acción mediática de la controversial CICIG y su jefe y por supuesto, no son 18, son mucho más.
La tercera cosa importante donde deben marchar de la mano el MP y la Contraloría General de Cuentas es en la investigación de supuestas oenegés, formado por una partida de largos que de común acuerdo con otros largos cobran millones por “realizar” supuestas obras. Que NO hacen, o que son de mala calidad. Lo simpático del caso, es que algunos medios se quedan con la boca abierta porque la Contraloría les mete a estas onegés y a funcionarios unas multas millonarias. Lo que no saben los hábiles reporteros es que el Contralor General de Cuentas, puede reducir una multa de Q.250,000 (que yo lo vi en persona) a la cantidad que quiera e incluso quitarla. Y todo eso, es legal. ¡Qué le parece?...
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