Lo público es más que discurso

Por Evelyn Blanck y Ligia Flores, de Sala de Redacción

El 24 de enero, el periodista Jorge Jiménez, nuevo director de la TGW, se presentó ante el personal en dos reuniones distintas; la primera, a eso de las 15:00 horas con los colegas de prensa, la segunda después, ante todos.

Luego de esos encuentros, por lo menos cuatro reporteras y reporteros renunciaron a sus cargos, algunos por desacuerdos con la línea expresada, pero todos aduciendo razones personales. ¿Qué motivó sus recelos? Las respuestas fueron variadas: desde quienes dijeron que les disgustó el aspecto de Jiménez, pues no correspondía con su cargo, hasta quienes aseguraron que el nuevo funcionario les habría dicho que ahora se debían al binomio presidencial, conformado por el presidente Otto Pérez Molina y la vicepresidenta Roxana Baldetti.

Testigos presenciales indican que en la reunión llevada a cabo con todo el personal, Jiménez habló de estabilidad laboral, de la situación en que encontraba a la TGW y de cuáles, en adelante, serían las principales funciones del medio: “Un centro de acopio de información y despacho de soluciones”, habría dicho.

En este sentido, el nuevo director de la TGW habría dejado en claro que de ahora en adelante la dinámica de las radios se asemejaría un poco a la de aquellas estaciones comerciales que abren el micrófono para recoger denuncias de personas, pero con la diferencia de que ellos brindarían soluciones. Se convertirían, dijo, en un medio de servicio, para dar a la población lo que se pudiera, por medio de una radio: “Hasta mencionó sillas de ruedas y medicamentos”. El funcionario habría indicado, además, que ahí sería instalado un sistema de monitoreo de calles, que les permitirían saber qué estaba pasando y reaccionar con rapidez. Para realizar eso, mencionó, habría una millonaria suma.

El nuevo funcionario también habló de que entre sus planes estaba el de que se cumpliría un papel fiscalizador de aquellos funcionarios estatales sobre los cuales hubiera alguna queja y que eso se haría en consonancia con el trabajo desarrollado por la Vice, en materia de Transparencia. Serían un canal para dar a conocer actos de corrupción, habría asegurado, y luego, según los testigos, dijo a los periodistas que serían guiados hacia dónde deberían ir a buscar los problemas.

Un medio atractivo

Jiménez también indicó que su gestión sería de puertas abiertas y que esperaba la cooperación del personal para “poner la marca de la TGW” por todos lados. Indicó que habría que solucionar problemas, como el del bajo presupuesto de la radio, de Q8.5 millones, suma que se agota casi en salarios y algo de mantenimiento, sin que haya recursos para inversión. Mencionó que en pocos días se recibirían Q2.8 millones, provenientes de Taiwán y que haría un énfasis especial en legalizar todo el software que les permite operar. Entre la información de índole administrativa, mencionó que sería realizada una auditoría, pero no exclusivamente en la TGW, sino que en todo el Ministerio de Comunicaciones.

Otra de las metas importantes, les indicó, era capturar audiencia y subir de ranking a la radio, que actualmente ocupa el puesto 67, según la empresa IBOPE, habría dicho. Aseguró que la Vicepresidencia les había ofrecido algunos apoyos, pero que esto todavía no podían darlo por seguro.

Con respecto a contratos de trabajo, habló de estabilidad laboral, aunque reconoció que ya había despedido al periodista Henry López, por motivos personales, no profesionales. Sobre incrementos salariales, hasta que el Estado lo diga, mencionó. “Nos dijo que en cuatro meses se sabría si nos habíamos ganado el puesto, pero nosotros ya sabíamos que él buscaba a otras personas para ocupar nuestras plazas, por eso, decidí irme antes”, informó uno de los entrevistados.

¿Al servicio de quién?

Pero la reunión más cuestionada fue la que habría sostenido con sus colegas periodistas. Según algunos de éstos, si bien en la reunión general Jiménez habría advertido que al Presidente no le gustaba figurar mucho, sobre todo en televisión, en esta otra habría mencionado que de ahora en adelante trabajarían para el binomio presidencial.

Hay tres versiones al respecto: Una, que nunca lo dijo; otra, que sí, y una más que indica que no lo dijo así, precisamente, pero que eso fue lo que se interpretó. “Mencionó que recordáramos que era la radio oficial y que teníamos que cuidar la imagen personal, porque representábamos al binomio presidencial”. Lo que sí dijo en algún momento, fue que él tenía que entregar resultados a la Vicepresidencia, se aseguró. En una intervención en el facebook de Sala de Redacción, Jiménez negó haber dicho a los colegas que trabajarían para el binomio presidencial.

Días después, los desasosiegos experimentados en la TGW se aunaron a las acciones del 1 de febrero en el Diario de Centroamérica, donde por órdenes de la administración las y los empleados fueron retenidos por horas y sus teléfonos celulares les fueron quitados y revisados, medida que, según Soberanis, perseguía revisar contratos con la empresa telefónica. Un clima de opacidad había caído sobre los dos medios públicos, ubicados en un mismo nivel del mismo edificio.

Personas consultadas indican que, a diferencia de su colega de la radio, el director del diario, Gustavo Soberanis, ha sido más bien parco. Mencionan que los despidos que ha habido, en varios casos de editores, obedecen a instrucciones del Secretario de Comunicación Social, Francisco Cuevas, pues “estas personas despedidas habían sido contratadas por la Secretaría”, se afirmó.

Por la escasez de personal, se indica que al principio de su gestión el mismo Soberanis revisaba y editaba todas las informaciones producidas hasta ahora y que las y los reporteros no juegan papel alguno en la construcción de la agenda del diario.

Cercanos

Entre tanto, en el medio periodístico surgían críticas veladas por las credenciales de los nuevos funcionarios, algunas plasmadas sutilmente en medios impresos:  “Soberanis posee el título de Licenciado en Periodismo según el programa de nivelación que impulsó la Universidad de San Carlos de Guatemala y sustituyó a la escritora y periodista Ana María Rodas, premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias 2000”, se informó en una pieza periodística publicada en el diario Siglo 21.

Según se dijo en esta información, Soberanis hará énfasis en un periodismo de investigación, lo cual no extraña. Antes de llegar a la dirección del diario, el periodista –quien trabajó anteriormente para medios como el mismo Siglo21 y la Radio Corporación Nacional –, dirigió un medio denominado 5to. Poder. La verdad sin miedo, que recogió mucha información presuntamente confidencial de anomalías en la gestión pública y denuncias contra personajes como Sandra Torres, Orlando Blanco, Manuel Baldizón y Álvaro Arzú. Asimismo, contra el anterior Ministerio de Agricultura y revelaba además información sobre capos del narcotráfico.

Durante una entrevista que le fuera hecha por Estuardo Zapeta, en el programa Libertópolis, en enero de 2011, Soberanis mencionó que el medio surgía un mes antes con el fin de dar a conocer las denuncias que nunca eran publicadas en los otros medios. En esa oportunidad no mencionó otros de los nombres relacionados con 5to. Podercomo el de Óscar Masaya y el de Herman Lang, empresario y contratista guatemalteco, relacionado con actividades de inteligencia y quien, además, figuró como aspirante a diputado distrital en la planilla del PP. Lang ha aparecido como proveedor del Estado, en dos casos por un monto de Q73,118, en febrero de 2011, y en el segundo, por Q72,642.50, en marzo de ese año, según consta en informes de compras directas de la SOSEP.

Tanto Soberanis como Jorge Jiménez comparten varias experiencias: una, la de haber laborado hace unos ocho años en el matutino Siglo Veintiuno, del cual ambos fueron despedidos. Periodistas que laboraron con ellos indican que Jiménez fue despedido por deficiencias técnicas “reiteradas” en su trabajo. En cambio, en el caso de Soberanis se argumentó que filtraba en el medio información que favorecía al entonces vicepresidente, Francisco Reyes López. “Es una pena, porque era buen reportero, hábil para reportear”, aseguraron. Sala de Redacción  intentó confirmar esta información con Soberanis, pero tras varios intentos el director delDiario de Centro América no fuimos atendidos.

Otra de las experiencias compartidas fue la de haber sido entrevistados por Libertópolis. Además, Jiménez, quien trabajó para Radio Nuevo Mundo durante la campaña, fue entrevistado por Televisa cuando denunció haber sido amenazado por Baldizón, en octubre de 2011. Cabe recordar que Televisa es un medio que guarda afinidad con 5to. Poder, según dijo en la entrevista el mismo Soberanis, y para el cual sirvió como corresponsal durante muchos años el actual Secretario de Comunicación Social. Según dijo Jiménez luego de denunciar las amenazas en aquel entonces, Baldizón habría llamado a la radio pidiendo que lo despidieran, luego, la radio lo retiró del aire durante cinco días, como sanción. Eso fue lo que salió publicado.

Versiones recogidas en la radio Nuevo Mundo señalan que Jiménez nunca fue sancionado. Al parecer, el ahora director de la TGWmantenía una relación tensa con el relacionistas público de Líder. Por esto y por las presuntas amenazas recibidas se le habría recomendado alejarse de esa organización política, se designó a otro periodistas para la cobertura y a él se le asignó cubrir a otros partidos. Según estas fuentes, para amainar la tormenta desatada, se le recomendó retirarse tres días de su labor, periodo que coincidió con un fin de semana, pero en todo momento, se indica, gozó de su salario.

La fuentes de Nuevo Mundo opinan que “hubo mala fe” de quien redactó las noticias que indicaban que Jiménez había sido suspendido e señalan que Estuardo Zapeta, de Libertópolis, “estuvo dándole duro al tema”. Informan que ese medio tomó la decisión de no desmentir “porque no tenía sentido aclararlo, debido a las pasiones del momento preelectoral que se vivía”.

Otra de las periodistas que recibió espacio en Televisa por sus denuncias contra Baldizón fue Sylvia Gereda. El asunto es que 5to. Poder, Lang, Televisa y Libertópolis forman una especie de concierto interesante en el cual se han encontrado de alguna manera Soberanis y Jiménez.

No está de más anotar que este evidente interés de Televisa por las noticias relacionadas favorablemente con el PP podría encontrar sus altibajos, ya que, como ha sido publicado, durante la campaña Pérez Molina, Baldetti y Alejandro Sinibaldi se reunieron con el mexicano Carlos Slim Helú, uno de los hombres más adinerados del mundo. Desde hace casi un año, Slim Helú mantiene una disputa con los dueños de Televisa, quienes se niegan a convertirse en sus socios en el negocio de la televisión paga.

Finalmente, de Jiménez también se ha dicho que por lo menos en una ocasión ha sido denunciado por violencia intrafamiliar. La persona que interpuso la denuncia, quien ha solicitado permanecer en el anonimato, indicó a Sala de Redacción que “si no mal recuerdo se puso en julio o agosto de 2001. Una en la Procuraduría de derechos Humanos, creo que fue la de julio; y la de agosto en la policía, que luego fue ratificada en el MP y el caso lo pasaron para una fiscalía de la mujer que estaba recién inaugurada”. La fuente indicó que cuando presentó la denuncia, hacía cinco meses que se había separado de Jiménez, pero aún así fue ujeta de agresión. A pesar de la ratificación, no hay señales del expediente en el MP.

Consultado al respecto por Sala de Redacción, Jiménez dijo que no deseaba “meterse en ese juego de defenderse” y que desde su nombramiento ha sido objeto de múltiples ataques por todos los medios, “columnas de opinión y redes sociales”. Negó haber protagonizado un hecho de violencia y haber sido citado por el MP para declarar. Nos invitó, además, a investigar los actos de corrupción del gobierno anterior.

Más allá de las suspicacias

Pero fuera de la cercanía o lejanía de personajes o medios presuntamente vinculados al PP o a la política en general, y fuera de las credenciales con que se presentan, también importa, de cara a la democracia, la dirección que se imprima a los medios públicos y la comprensión que los políticos y los periodistas en esos medios posean sobre éstos.

Rosa María Alfaro, actual presidenta del Consejo Consultivo de Radio y Televisión (CONCORTV), de Perú, ha expresado que: “Los medios públicos o del Estado –entendiéndolo como toda la organización política del país incluyendo a los ciudadanos –, deberían ser nuestro lugar de información y debate”.

En Guatemala, históricamente los medios públicos han funcionado como propagandistas de personajes o partidos en el Gobierno, sin alcanzar su verdadera dimensión de medios para la ciudadanía y la democracia. Una de las propuestas de la administración de Álvaro Colom fue llevarlos a ese nivel y, de esa cuenta, se imprimieron nuevas dinámicas.

Sin embargo, no hubo los procesos necesarios de formación de un periodismo especializado. Por otro lado, aunque las agendas fueron más plurales, tampoco hubo mecanismos que garantizaran que en efecto éstas recogieran el debate público, más allá de los espacios de opinión. Otras acciones muy importantes de cara a la transformación verdadera de los medios estatales a públicos tampoco fueron realizadas.

La filósofa alemana Hannah Arendt ha señalado que lo que determina un espacio público no es una instalación física –como podría ser el Congreso de la República, por ejemplo –, sino lo que ahí se debate y lo que se busca con las acciones desarrolladas. Lo público, dice ella, es lo que se publicita de la manera más amplia –puede oírlo y verlo todo el mundo –, que permite una identidad en la diversidad, que representa un ámbito de actividad compartido y posee cierto sentido de la permanencia.

¿Comienzan a reflejar la TGW y el Diario de Centro América este perfil? De momento, algunos sectores han comenzado a dar una voz de alerta, al juzgar como cuestionables ciertas actuaciones tempranas, como el llamado a no perjudicar la imagen de Efraín Ríos Montt, sometido a la justicia por delitos de lesa humanidad. Asimismo, por la supresión de programas como TGW Mujeres en frecuencia y Mi primer escenario, último que promovía y facilitaba la expresión de nuevos valores artísticos desde escuelas y colegios.

Sobre el cierre de Mujeres en frecuencia, programa que llevaba dos años al aire, Andrea Barrios, una de las responsables, indica que únicamente recibieron un llamado de la entonces productora Iris Pérez, indicándoles que la línea de su programa no coincidía con los nuevos lineamientos de la radio, un argumento que contraviene la Libertad de Expresión,  y que ya no se presentaran. “Desde entonces intentamos conseguir una cita con el nuevo director, pero no nos atiende”, explica.

Debido a este cierre del programa y la supresión de los mecanismos que permitían la participación ciudadana en la elección de la Secretaria Presidencial de la Mujer, Barrios opina que “hay un cierre de espacios de participación, que afecta a la sociedad civil organizada”. Frente a las protestas, Jiménez también colocó comentarios en el facebook de Sala de Redacción.

Aún con lo dicho por Jiménez, es válido preguntarse si veremos realmente medios públicos o se convertirán éstos en propagandistas gubernamentales o meras herramientas de un partido o un sector en el poder. Por lo temprano de la gestión, es complicado hallar respuestas ahora. Serán las acciones tomadas por quienes los dirijan nos darán las respuestas, quizá más pronto de lo que pensamos, porque lo público, como muestra Arendt, va más allá del mero discurso para ubicarse en la acción.

Este artículo fue reproducido con la autorización de Sala de Redacción.