Liberar la democracia capturada: cambio de reglas para un cambio de juego (I)
Liberar la democracia capturada: cambio de reglas para un cambio de juego (I)
A estas alturas no es demasiado original decir que la insolencia y el cinismo de los saqueadores del Estado han hecho despertar a la clase media y tumbaron (con la ayuda de otros actores foráneos) el último proyecto político de los militares gracias a la activación del mecanismo social de la reputación: la Cicig reveló de manera contundente el agravio a la clase media, y esta no tardó en movilizarse con el polvorín ardiendo de la indignación. De esta euforia por la renuncia del gabinete de Gobierno y de la espontaneidad de las concentraciones está emergiendo, de manera deslocalizada, una agenda ciudadana compartida, sin mesianismos ni caudillos, fruto de la floreciente discusión pública.
El inapelable triunfo ciudadano no reside tanto en la debacle de este cártel organizado para el saqueo de lo público. Esta clase política ha demostrado que podría tener ante sí una miríada de almas exigiendo su renuncia e ignorarlas con el más estoico cinismo (un ejemplo: el cadáver político ambulante Roxana Baldetti en su última entrevista radial). El mérito radicó en haber logrado amedrentar al poder económico tradicional y a sus operadores. Preocupados por este proceso de toma de concienci...
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