Ante las críticas por haber aprobado una amnistía fiscal y rebajar el impuesto de circulación de vehículos, medidas populistas motivadas por el propósito de recomponer su popularidad, el presidente Pérez Molina se lanzó al ataque despilfarrando recursos públicos en una campaña mediática. En su mensaje, intenta respaldarse con datos, asegurando que la reducción del impuesto de circulación beneficiará directamente (¡!) a 2.5 millones de hogares y, con ello, a la mayoría de guatemaltecos que usan vehículo para diversos fines.
¿Es lo que dijo el Presidente verdad o se trata de una mentira fabricada para defender una medida populista?
Para empezar, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2011, en Guatemala hay alrededor de 3 millones de hogares, de los cuales sólo 800 mil poseen vehículo (el 26% del total). Es decir, sólo alrededor de 1 de cada 4 hogares tiene vehículo. Así, el Presidente mintió al afirmar que 2.5 millones de hogares se beneficiarían directamente con la reducción de impuesto (esto supondría que el 84% de los hogares en Guatemala tiene vehículo…).
Por otro lado, según datos de la SAT, a mayo de 2013 se tienen registrados en todo el país alrededor de 2.5 millones de vehículos, de los cuales solamente el 4% son transportes públicos, en contraste con el 35% de automóviles, camionetillas y otros vehículos particulares, 21% de pick-ups, 33% de motocicletas y el 7% restante de vehículos de uso comercial o de carga. De estos, más de 1 millón cien mil vehículos están domiciliados en el Departamento de Guatemala (46% del total), con lo cual, la rebaja tiene un claro sesgo a favor de los capitalinos, y en contra del resto de ciudades y, sobre todo, el área rural (el 54% restante repartido en 21 departamentos).
Pero además, este sesgo de favoritismo pro ciudad capital, no es para todos los capitalinos. De los 3 millones de hogares en todo el país, alrededor de 745 mil viven en el Departamento de Guatemala (25%), de los cuales según la Encovi de 2011 alrededor de sólo 184 mil reportaron tener vehículo (25% de los hogares en el área metropolitana). Es decir, 1 de cada 4 hogares capitalinos tiene vehículo, y el resto (3 de cada 4 hogares), la gran mayoría de capitalinos, ¿cómo se transportan? Pues al no tener vehículo propio, caminan o sufren el transporte público usando solamente el 4% del parque vehicular. O sea, el Presidente también miente cuando dice que la medida favorece a la mayoría de los guatemaltecos.
Y así, si se continuara profundizando y ampliando el análisis de los datos se consolidaría la evidencia de la magnitud grotesca de las mentiras contenidas en las declaraciones del Presidente. Pero, lo peor del caso es que toda esta danza de datos y estadísticas no debiese ser necesaria ante una realidad que es evidente con sólo salir a las calles, pero sobre todo al salir de la ciudad capital. No se necesita ser científico social o un as de las estadísticas y la demografía para darse cuenta que en Guatemala, tener vehículo propio es un privilegio que no goza la mayoría.
El Presidente fue un militar activo en el área rural, y viaja constantemente al interior (en helicóptero), por lo que no puede argumentar ignorancia de la realidad socioeconómica de la gran mayoría en Guatemala. Mintió con alevosía y pleno conocimiento de la verdad. Esto no puede ni debe dejarse pasar. Yo, por lo menos no quiero vender la dignidad de Guatemala a cambio de “populismo de derecha” y mentiras.
¿Usted?
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