Las cifras de desigualdad de género son alarmantes; ¿las conoces?

Todos los objetivos toman en cuenta el desarrollo de la vida de las mujeres y las niñas. Sin embargo, para lograrlos, la agenda considera que la igualdad y el empoderamiento de las mujeres son una condición fundamental. Por ello, el objetivo 5 busca poner fin a todas las formas de discriminación contra mujeres y niñas y eliminar todas las formas de violencia, incluidas la trata y la explotación sexual, además de prácticas nocivas como el matrimonio infantil, precoz y forzado. Busca reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerado desarrollado por las mujeres mediante la prestación de servicios públicos y políticas de protección social, así como mediante la promoción de la responsabilidad compartida en el hogar y la familia. Vela por la participación plena y efectiva de las mujeres en todos los niveles de la adopción de decisiones. Los países se comprometen a garantizar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos y emprender reformas que otorguen a las mujeres el derecho a los recursos económicos en condiciones de igualdad. También persigue mejorar el uso de la tecnología de la información y las comunicaciones para promover el empoderamiento de las mujeres, así como aprobar y fortalecer políticas y leyes aplicables para promover la igualdad entre los sexos y el empoderamiento de las mujeres y las niñas a todos los niveles.

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En Guatemala, las disparidades de género son persistentes. Pese al progreso a lo largo de las últimas décadas, solo el 40 % de las mujeres están en el mercado laboral y las mujeres trabajadoras ganan el 85 % de lo que ganan los hombres. En la próxima legislatura, la participación de las mujeres no superará el 15 % y en el Gobierno local únicamente hay 8 alcaldesas frente a 330 alcaldes. La violencia contra las mujeres continúa siendo el delito más denunciado en el Ministerio Público (más de 45 000 casos al año). El embarazo adolescente representa más del 25 % de los partos atendidos, y el parto de menores de 14 años ha superado los 4 000 en lo que va del año (9 en niñas de 10 años y 54 en niñas de 11). La edad legal del matrimonio continúa en 14 años para las niñas, lo cual normaliza que estas no tengan proyecto de vida y sean unidas o contraigan matrimonio con hombres mucho mayores que ellas.

Estas cifras alarmantes deben ser analizadas desde la posición que la sociedad otorga a las mujeres desde niñas y desde los esfuerzos que realiza el Estado para invertir en proteger sus derechos, ya que tienen los mismos derechos según la Constitución de la República de Guatemala. Para ello, el país ha definido la Política Nacional de Desarrollo Integral de las Mujeres, un esfuerzo conjunto entre las instituciones y las organizaciones de mujeres. También se han establecido leyes y mecanismos especializados como la Secretaría Presidencial de la Mujer y la Defensoría de la Mujer Indígena, las oficinas municipales de la mujer y otros.

Las demandas de modernización del sistema político, el incremento de inversión en servicios públicos y el mejoramiento del sistema de justicia fortalecerán la democracia, el Estado de derecho y las instituciones si se toma en cuenta la voz de las mujeres y se eliminan las discriminaciones que ellas viven. En ese sentido, los ODS serán una guía para identificar todas las dimensiones que requieren urgente atención para que Guatemala pueda avanzar en construir una sociedad más equitativa e incluyente.