Pero más preocupante que la diversidad de estos personajes resulta el hecho de que solamente dos han sido capaces de presentar un plan de gobierno. Faltando menos de 70 días para las elecciones, ¿cuál es la petición de ellos? ¿Qué las guatemaltecas y los guatemaltecos elijamos personajes, y no programas de gobierno?
Voy a referirme, en primer lugar, al programa del Partido Republicano Institucional (PRI) no por alguna preferencia, sino porque es uno muy fácil de describir: un auténtico mamarracho copiado de reportajes del diario español El País, que usted puede ver en este vínculo y luego compararlo aquí con el programa de dicho partido. Proponer eso como plan de gobierno es una auténtica ofensa al electorado guatemalteco y no evidencia nada más que la notoria incapacidad de ejercer la función pública por parte de esa agrupación.
El otro plan de gobierno que ya fue presentado es el del partido Libertad Democrática Renovada (Líder). Si bien argumenta y enumera estrategias y acciones, es un documento desvinculado del Plan Nacional de Desarrollo K’atun 2032. Es decir, será ¡borrón y cuenta nueva! El mismo error de todas las administraciones gubernamentales de la historia reciente.
Si bien este documento reconoce las grandes necesidades o áreas en las cuales la gestión pública debe intervenir, termina por convertirse en una lista de aspiraciones y alucinaciones imposibles de cumplir. Por ejemplo, se propone invertir hasta el 4% del PIB en educación, cuando actualmente se destina el 3%. Ello resulta razonable, pero se propone lograr la universalización de la educación bilingüe intercultural y solo ese esfuerzo cuesta el 1% del PIB. ¿Todo el incremento para educación será para educación bilingüe intercultural? No.
Continúa enumerando una serie de acciones (en materia educativa) como dotar de centros de cómputo todos los establecimientos públicos y de cooperativa. En Guatemala hay por lo menos 4 100 de estos. ¿Se habrá preguntado este candidato cuánto cuesta hacer esa intervención y de dónde saldrán los recursos para pagarla? También se propone asegurar el cumplimiento de la educación inicial. Actualmente, su tasa de cobertura es del 6.4%, con el 80% de ella concentrada en el departamento de Guatemala. ¿A cuánto la piensa incrementar? ¿Y bajo qué modalidades? Como se puede apreciar, en vez de acciones, son alucinaciones.
Por último, este plan de gobierno reconoce que no podrá lograr nada en materia educativa si no se incrementa el presupuesto del sector y que cualquier cambio en la carrera docente estará negociado con el sindicato, lo cual significa hacer acuerdos con la mafia de Joviel Acevedo.
Por su parte, la Unidad Nacional de la Esperanza, a pesar de que ya hizo gobierno y de que tiene en su equipo a personas que gerenciaron sus programas, ha sido incapaz de producir y presentar su plan de gobierno a la ciudadanía.
Los demás partidos políticos tienen mucha publicidad de sus candidatos y cero planes de gobierno.
Lo anterior permite inferir que, gane quien gane las elecciones, será un gobierno con poco respaldo electoral, que improvisará su gestión y acentuará aún más la aguda crisis política por la cual atraviesa el país, que incluso podría arrastrar a la economía. Y esto último no lo digo yo, sino el último informe de la calificadora internacional Fitch Ratings (junio de 2015), que indica que una escalada de la crisis política puede afectar negativamente la calificación de riesgo país.
El país necesita que los candidatos a presidente de la República puedan presentar, además de sus planes de gobierno, las matrices operativas de estos, las cuales deben responder preguntas como qué programas ofrecen, qué metas establecen en ellos, cuánto cuestan sus iniciativas y cómo se van a financiar estas.
Señoras candidatas y señores candidatos, no se esfuercen en embaucarnos. Queremos planes de gobierno concretos.
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