La licenciada Thelma Aldana ha presidido la Cámara de Amparos y desde este espacio dio vida a los juzgados especiales contra el femicidio y otras formas de violencia contra las mujeres en los departamentos de Guatemala, Chiquimula y Quetzaltenango. Cabe mencionar que a través de esta estructura se ha fortalecido la presencia del Estado en estos departamentos, haciendo más accesible la justicia para las mujeres.
Da inicio a su gestión en un momento muy difícil para la justicia, un momento en donde es fuertemente cuestionado el accionar del Organismo Judicial ante un caso más, de los muchos ya existentes, en donde la justicia ha dejado un sabor amargo en la población guatemalteca al no actuar con transparencia, o al no resolver con justicia. Y hago referencia al caso de Cristina Siekavizza y sus menores hijos, porque en él se proyecta toda la ineficiencia, dejadez e inconsecuencia de quienes tienen a su cargo la investigación y aplicación de justicia. A estas alturas no se puede negar que por la amistad o la relación con la Licda. Beatriz de León se dejó de realizar acciones que dieron cabida a dejar en libertad a un asesino, y desprotegidos a dos niños, cuyo paradero se desconoce.
Hace unos años celebrábamos el nombramiento de la Licda. Beatriz de León por ser la primera mujer en presidir el máximo órgano de justicia, se miraba como un avance de las mujeres, un avance para la justicia, un avance para el país, y sin lugar a dudas lo fue. Lo que hoy nos molesta es la falta de coherencia entre el discurso y la práctica, ver cómo alguien que estuvo al frente de la Corte Suprema de Justicia puede guardar silencio y actuar al margen de la ley para ocultar un crimen, para proteger a un asesino, que si bien es cierto es su hijo, no borra el horrendo crimen que ha cometido, y tanto ella como su familia han actuado sin la más mínima señal de ser personas de fe, de ser personas respetuosas de la ley, de ser personas con conciencia y humanidad. Todos ellos han sido cómplices de este crimen, cada uno de ellos ha jugado un papel específico, convirtiéndose en criminales también.
Es en medio de esta realidad, que la Licda. Aldana asume dicho cargo, con una agenda muy importante que es la depuración del Organismo Judicial, a través de la ley de la carrera judicial entre otras. De más está decir que es una agenda de interés nacional, y de urgencia nacional, no podemos avanzar en fortalecer el Estado mientras no avancemos en la depuración y fortalecimiento del sistema de justicia. Por eso mismo, exhorto a la licenciada Aldana a poner por encima de cualquier interés, la justicia como el objetivo central de su gestión, hacer suyo el clamor de la población guatemalteca y dar pasos firmes en la lucha contra la corrupción, el tráfico de influencias y la impunidad. De hacerlo así, no va estar sola, los guatemaltecos y guatemaltecas estaremos con ella, para que los otros poderes del Estado se sumen y esa agenda de trabajo se convierta en realidad.
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