La historia desconocida del AHPN

Una trampa del destino hizo que en julio del 2005, personal de la Procuraduría de Derechos Humanosllegara al lugar a verificar una diligencia relacionada con las previsiones frente al almacenaje de explosivos que representaban un riesgo latente para la población. Dio la casualidad, que entre el personal de la Procuraduría iba un historiador, quien por azar preguntó qué había detrás de una puerta cerrada con candado.

Al abrirse el recinto, se liberaron más de 7,900 metros lineales de folios históricos. Una historia de hechos histórico-administrativos de la Policía Nacional, que datan de finales del siglo XIX (1882) y se extienden hasta 1997.

¿Por qué vinieron a parar allí tantos documentos que pueden ser incriminatorios? ¿Por qué no se destruyeron, en vez de guardarlos? Las respuestas parecen ser una incógnita.

Lo cierto es que después de la firma de los Acuerdos de Paz, comienzan a llegar a este lugar abandonado de la zona 6, camiones llenos de folios. Los vehículos llegaban y descargaban en el patio, pero se necesitaba de personal que acomodara estos miles y miles de papeles dentro del recinto. Y aquí comienza la historia que muy pocos saben.

Alguien tenía que ensuciarse las manos, lidiar con bichos y desgastarse el lomo cargando toneladas de papel. Ciertamente, no era un trabajo agradable y más bien se puede adivinar, era más un castigo que un premio.

Las mujeres policías que se negaban a prestar “favores sexuales” a sus superiores, eran castigadas, enviándolas al “basurero”. Así se le conocía a este lugar.

Su dignidad las llevó allí. Su trabajo era apilar los documentos que se iban descargando.

Acostumbradas al oficio doméstico, a ordenar la casa, a buscar soluciones prácticas a los problemas, ellas comienzan a hacer montoncitos de papeles amarrados por cintas de tela. Luego colocan cada paquete uno encima de otro, hasta llenar las distintas habitaciones de aquella construcción laberíntica.

Esta labor doméstica y estoica permitió un primer agrupamiento de los documentos por orden cronológico, por causa, o por lugar de procedencia; lo cual posibilitó y facilitó el posterior ordenamiento y labor archivística de los documentos encontrados años después. Además, gracias a este tipo de empaque, se logró preservar de mejor manera los documentos.

Esta es la historia que no se conoce. La historia silenciosa de mujeres honradas que prefirieron meterse en un nido de ratones, bichos, papeles y polvo, antes de ser sometidas a un servilismo sexual. Sus nombres no se conocerán, nadie reconocerá su labor o su valentía, pero su obra está ahí apilada, esperando contar una parte de la historia de este país.