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La gimnasia o el ascenso al Everest

Luego de los éxitos de Ana Sofía, ha recibido más reconocimiento y donaciones de distintas organizaciones. “Sería muy raro que no lo hicieran”, dice Ana Sofia, mezclando una sonrisa con un tono de voz firme. Gómez es segura de sí misma.
Adrian es cortés. No sucede así a la hora del entrenamiento, donde es un exigente. “Pero afuera es un amigo”, afirma Ana Sofia sin dudarlo. Parece zanjar así el debate surgido por unas denuncias presentadas en la PDH en 2006 en las que otras familias de gimnastas acusaban a los entrenadores rumanos de ser tan exigentes que las maltraban. Ellos respondían que era sencillamente un aumento en el ritmo de trabajo para llegar a Londres 2012.
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La gimnasia o el ascenso al Everest

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Ana Sofía Gómez agregó su nombre el 25 de octubre de 2011 entre los medallistas guatemaltecos en los Juegos Panamericanos de Guadalajara. Las fotos y los videos de la corta competición fueron eso, un clic en medio de siete años de trabajo, esfuerzo, concentración y compromiso, algo así como el camino para escalar el Everest. Hoy, 15 de diciembre, viaja a Inglaterra para conseguir su siguiente paso, el Test Olímpico para clasificarse a los Juegos de Londres en 2012.

Son las 07:30 de un día normal. Ya, puntuales, se encuentra el grupo de alto rendimiento de gimnasia guatemalteca. Las mujeres, bajo la tutela de Elena Boboc, quien junto a su esposo Adrian Boboc, llegaron a Guatemala en el 2003 procedentes de Rumania como parte de un nuevo proyecto en la gimnasia artística femenina nacional. Son los únicos dos extranjeros dentro de los 9 entrenadores contratados por el Comité Olímpico Guatemalteco para la gimnasia.

Desde ese entonces, la cosecha de medallas y éxitos en la rama femenina de gimnasia –que abarca los eventos de manos libres, viga de equilibrio, barras paralelas y salto de potro- ha mejorado notoriamente. Un reportaje para elPeriódico en 2007 recordaba los logros de Mónica Yool, quien en ese entonces tenía 13 años. En cuatro copas panamericanas obtuvo seis medallas de oro, tres de plata y las mismas en bronce. En los Juegos Centroamericanos de 2006 quedó en séptimo lugar en barras asimétricas.

El gimnasio, ubicado en la zona 5, es exclusivo para la gimnasia, aunque no cumpla con las medidas que se requieren. Deben ser de 13 por 13 metros y al menos 12 de alto. El que utiliza la rítmica nacional tiene 8 por 8 y 8 de alto.

Siete años de trabajo

Hoy, Ana Sofía Gómez es un nombre que ya se ha hecho lugar en los atletas reconocidos en el país. Ingresó al equipo de alto rendimiento a los 8 años. “Un trabajo año por año. Ladrillo a ladrillo, hasta formar una casa”, expresa el entrenador.

Adrian (con la entonación en la primera A) es cortés. No sucede así a la hora del entrenamiento, donde es un exigente. “Pero afuera es un amigo”, afirma Ana Sofia sin dudarlo. Parece zanjar así el debate surgido por unas denuncias presentadas en la Procuraduría de Derechos Humanos en 2006 en las que otras familias de gimnastas acusaban a los entrenadores rumanos de ser tan exigentes que maltraban a las gimnastas. Ellos explicaban, hace cinco años, que era sencillamente un aumento en el ritmo de trabajo para llegar a Londres 2012.

Si se mira de esta manera, las exigencias en los entrenamientos llevaron a Gómez a a cosechar varios éxitos a lo largo de sus 7 años de preparación previo a los Juegos Panamericanos. En el mismo año de las denuncias, Ana Sofía –quien cumplía 12 años mientras competía- logró importantes resultados en los Panamericanos juveniles de gimnasia. Boboc suelta una pequeña risa luego de recordar ciertas críticas recibidas en las que demeritaban el logro “porque fue en Guate”.

Tres años después, en los Juegos Olímpicos Juveniles de 2010 disputados en Singapur, Ana Sofía logró destacados resultados que restaron importancia a las críticas de los Panamericanos de gimnasia. “Sofi compitió bien”, señala con modestia su entrenador. Por “bien” se refiere a haber clasificado a la final en tres de las cinco pruebas individuales. Consiguió el cuarto lugar en los eventos de piso y viga de equilibrio, y el quinto en el All-Around, que combina todas las modalidades.  Adrian destaca que en esa última prueba se superó a Rumania, país que tiene casi 22 millones de habitantes y está lleno de gimnastas. Alrededor de 100 mil deportistas (0.45 por ciento) que practican gimnasia de rendimiento y alto rendimiento. La rumana Nadia Comăneci es recordada por obtener un diez -nota perfecta- en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, además de ganar seis oros, tres platas y un bronce entre Montreal y Moscú 1980.

Los Juegos Panamericanos

Con cansancio, Ana Sofía y Adrian dejaron los Juegos de Singapur para llegar a los Pre-Panamericanos en México. Allí, compitió en 5 concursos en dos semanas. En la prueba de viga de equilibrio resintió el viaje, donde cayó mientras participaba. Sin embargo, logró la clasificación a los Juegos Panamericanos de Guadalajara de 2011.

Previo a dicha participación, Ana Sofia participó en el Mundial de Gimnasia en Tokyo, del 7 al 16 de octubre de ese año. Los Juegos Panamericanos iniciaban el 15.

En Tokyo, Gómez tuvo una discreta participación, sin clasificarse a las finales en ninguna de las pruebas que participó.

Ya de regreso en tierras latinoamericanas, Ana Sofia se mentalizó para iniciar su participación en los Juegos de este año, que en gimnasia comenzaban el 24 de octubre. Un día después, Sofi consiguió la medalla de plata en la prueba de All-Around, “un evento que siempre ha sido dominada por los países norteamericanos, y fue un éxito entrar al medallero”, dice Boboc. Así fue. Gómez se colocó justo delante de la estadounidense Bridgette Caquatto y la canadiense Cristina Vaculik.

Ana Sofía consiguió la segunda medalla en Juegos Panamericanos, luego de que Luisa Fernanda Portocarrero consiguiera el bronce en 1991, en La Habana, Cuba.

El 26 de octubre, Gómez reafirmó su esfuerzo y capacidad en la viga de equilibrio. Ganó la prueba con una calificación de 14.175, dando así la medalla de oro para Guatemala, tras siete años de dedicación.

El entrenamiento

Ana Sofía, aun cuando me ve entrar al gimnasio, conserva su concentración. Sabe que el entrenamiento es primordial. Así como la mayoría de guatemaltecos observó a la joven atleta por primera vez en televisión, Ana Sofía se prepara a realizar sus ejercicios con la determinación que demostró en la transmisión. El semblante en su rostro se mantiene firme, conjunto a su postura, que rápidamente cambia para dar paso a una rápida pirueta, en la que gira completamente de forma vertical, que además debe mantener la elegancia y precisión propia del ejercicio; todo ello sin trastabillar en la pequeña viga de 10 centímetros de ancho.

Gómez repite la rutina varias veces. Se detiene únicamente para cubrir sus manos y pies del polvo de magnesia, que ayuda a la adhesión en la rutina. Elena Boboc interrumpe de ser necesario, y con autoridad dice a las atletas las correcciones que deben aplicar para perfeccionar los ejercicios. Sofía no se detiene a descansar. Cede la viga a sus compañeras, y aprovecha para masajear sus pies.

Adrian le llama. La quinceañera me saluda con cortesía, y en primera instancia refleja timidez. Aunque mientras surgen las preguntas, y a la observación de su entrenador, deja destellos de su personalidad. Carácter marcado por la gimnasia artística. “Un deporte especial” -como lo define su entrenador.

“Me levanto a las 6 de la mañana –dice mientras observa fijamente a los ojos-. Salgo a las 06:30 de mi casa. Viajo en camioneta con mi mamá, que aprovecha a hacer mandados mientras yo entreno”. Los papás tienen restringido el ingreso a los entrenamientos entre semana. “Un deporte de concentración”, justifica Adrian. Los entrenamientos son todos los días. Dos jornadas de dos horas y media cada una. En la mañana, de 7 y media a 10. En la tarde, de 4 a 7 y media.

-¿Cómo le haces con el colegio?

-Al principio no fue fácil. Pero al ver los éxitos los maestros me ayudaron más. Los resultados los obligaron.

 

“Para apoyarte más, debes lograr más”

Adrian Boboc no duda. “Para apoyarte más, debes lograr más”, dice con seriedad el entrenador. Luego de los éxitos de Ana Sofía, ha recibido más reconocimiento y donaciones de distintas organizaciones. “Sería muy raro que no lo hicieran”, dice Ana Sofia, mezclando una sonrisa con un tono de voz firme. Gómez es segura de sí misma.

Ana Sofía estudia en el Instituto Belén de la zona 1. El próximo año empieza el bachillerato. La universidad Galileo le ofreció una beca, la cual ella piensa aprovechar estudiando una Licenciatura del Deporte. Luego afirma que quiere ser entrenadora de gimnasia.

El Comité Olímpico Guatemalteco, tiene un archivo en donde describe “la utilización de los programas de apoyo al atleta”. El COG destina Q1.1 millones de quetzales para la “preparación de los atletas”. De eso, Q828,277.18 están destinados a Ana Sofía Gómez. Dicha cantidad se desglosa en varios gastos que incluyen un seguro médico, asistencia financiera y beca de estudio.

Aún así, “al día de hoy no conocemos la razón por la que no pudimos presenciar ni la inauguración ni la clausura de los Juegos Panamericanos. Si queríamos verla, teníamos que pagar el hospedaje nosotoros”, explican ambos entrenadores.

Respecto al apoyo recibido, Sofía no vacila. “Fuera malo si no lo hicieran”.

Ana Sofía recibió Q300 mil por sus medallas en los Panamericanos (Q200 mil por la de oro y Q100 mil por la plata). Adrian comenta, mientras sonríe con humor, que les hicieron firmar el documento de recibido, mientras le tomaban fotografías, para asegurar la entrega. Con ese dinero, Sofía espera comprar un vehículo con el que pueda movilizarse. Además de sacar su licencia de conducir al regreso de su próximo reto.

Un viaje a Londres

Rara vez tiene vacaciones de gimnasia. “Por lo general les damos un mes en las fiestas de fin de año. Pero en un año como este (2011) tenemos tantas cosas que no podemos descansar”.

Hoy, 15 de diciembre, Mónica Yool, Ana Sofía Gómez y Adrian Boboc viajan a South West Essex, ubicado a hora y media de Londres. Allí, realizarán un campamento previo al Test Olímpico a realizarse del 10 al 13 de enero en la Arena O2, en la capital británica. Gómez será la única en competir, mientras Yool será la suplente. Según un artículo publicado en el sitio web del COG, el comité cubrirá los gastos por Q197,137.69.

Adrian no oculta su pasión por el deporte de la gimnasia, tampoco su admiración por Ana Sofía, a la que en un momento llamó “princesa”.

-¿Tienes algún hobby Ana Sofía?

-Me gusta dormir (sonríe). Cuando llego de entreno aprovecho para descansar. Ya me acostumbré. Ahora estoy leyendo un libro. “El Dador de Sueños”. Me gusta ver películas, pero prefiero verlas en casa. Sale más barato.”

“Ana Sofía es seria, trabajadora. Puedes contar con ella”, agrega Adrian. Explica también que la gimnasta ha sufrido de envidia por parte de algunos atletas y entrenadores.

Después, Adrian me increpa respecto a la pregunta de los hobbys. “Esto es nuestro hobby. Esto es nuestra vida”. Cierra diciendo “si clasificamos a los Juegos Olímpicos, que le levanten una estatua”. Ambos sonríen, con la frente y la confianza en alto. Dentro de un mes sabremos si empieza el camino para la siguiente proeza en el camino hacia las alturas.

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