En dos años ha logrado lo que parecía imposible: Reducir la impunidad, que reduce los asesinatos. De hecho, la mejor decisión del presidente Pérez Molina durante todo su gobierno fue dejarla en el MP ponerle de tandem a Mauricio López Bonilla. Y por eso desde 2009 –con Carlos Menocal y Amílcar Zárate– empezó el descenso de asesinatos en un 30 por ciento (!). Según un estudio de la Fundación Myrna Mack, en delitos contra la vida en el área metropolitana, la impunidad bajó del 95 por ciento al 72 por ciento (!). Estos logros se dicen fácil, pero cuestan mucho trabajo de muchas fiscales, policías, jueces, ciudadanos.
Las tareas pendientes ahora están en encarcelar a más políticos y empresarios corruptos y a los delitos que la sociedad no los considera como tales: como la explotación sexual de mujeres y menores y el trabajo infantil. Pero eso no demerita todo el trabajo recorrido en dos años. Con todo para fracasar. Enhorabuena.
Y en otro asunto, quiero salir al paso a una especie de linchamiento político contra una técnica, la directora legislativa Ana Isabel Antillón. La semana pasada el diputado Leonel Soto Arango, ex FRG, UCN y ahora unionista, famoso por clientelar y futuro quinto secretario de la Directiva, presionó al nuevo presidente legislativo, Pedro Muadi, del PP, para quitar a Antillón. Y los de Líder se inventaron una trama de lavado para desviar la atención.
Antillón es de esas aves raras en la institucionalidad pública, técnica e independiente, con doce años de trabajar en la parte técnica del Congreso y siete de ser directora legislativa, la asistente de la Directiva que tiene que evitar goles ilegales de nuestros flamantes diputados. Tarea nada atractiva que ha desempeñado con presidentes de cuatro partidos políticos y que la ha llevado a ganarse enemistades de personajes como Soto Arango. Y Muadi, el diputado novato expresidente de la Cámara de la Industria, se dará un tiro en el pie al dejar ir a una técnica. Ojalá que la vicepresidente Baldetti le haga entrar en razón a Muadi, pues los únicos que saldrán perdiendo son los diputados y el PP. Y claro, el país, pero después de este primer año de gobierno, no sabemos cuánto les importa eso a los oficialistas.
* Publicado originalmente en elPeriódico, 18 de diciembre.
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