La semana pasada se llevó a cabo la 43 Asamblea General en nuestro país en donde se discutieron varios temas de importancia a la región. Uno de los temas más progresistas y, para muchos, controversiales fue el debate sobre la ampliación de los derechos de la comunidad LGBT como lo es el derecho al matrimonio.
De igual manera, por segundo año consecutivo, el presidente Barack Obama declaró junio como el mes de Orgullo de la comunidad LGBT. Más importante aún, al final de junio, la Corte Suprema de Estados Unidos deberá presentar su respuesta sobre dos casos importantísimos relacionados con el derecho de uniones para la comunidad LGBT. Dicha decisión puede cambiar dramáticamente el rumbo de la lucha por alcanzar la igualdad de derechos relacionados con casamientos de personas del mismo sexo y poder gozar de los beneficios federales que éstos conllevan.
Estas tres acciones en el continente de América representan un gran avance para la lucha por la igualdad de la comunidad LGBT y sus aliados. También nos muestra que a pesar que persisten las voces conservadoras en contra de validar y apoyar el acceso a derechos humanos básicos de los cuales el resto gozamos, las tendencias en percepciones y opinión publica están cambiando apositivamente en ya que hay muestras de mayor tolerancia.
El secretario de prensa del presidente Barack Obama compartió su discurso, el cual establecía por segundo año consecutivo, que el mes de junio sería declarado el mes para celebrar el orgullo de la comunidad LGBT. Previo a Obama, ningún otro presidente había declarado un mes específico para celebrar la diversidad sexual en este país. Obama hizo historia cuando en una entrevista declaró públicamente que él estaba a favor de las uniones y casamientos entre personas del mismo sexo, convirtiéndose en el primer presidente de la historia de Estados Unidos en hacer dicha declaración.
A pesar de que otros presidentes liberales, principalmente pertenecientes al partido demócrata apoyaban a la comunidad LGBT, ninguno lo había hecho público. Por lo tanto, su administración se ha mostrado como un aliado clave a la comunidad LGBT, gracias a acciones y políticas que han apoyado la igualdad de dicha comunidad. Uno de los ejemplos más importantes ocurrió en diciembre del 2010 cuando Obama, con el apoyo del Congreso, derogó la política Dont Ask, Dont Tell. Dicha política prohibía que soldados homosexuales sirvieran en el ejército abiertamente o compartieran su identidad sexual.
Celebrar Pride en este mes de junio significa para la comunidad LGBT no solo recordar a figuras importantes y activistas que han contribuido a la lucha por la igualdad si no también reconocer los logros que se han alcanzado en los últimos diez años. Específicamente en la lucha por el acceso a derechos humanos como lo es el matrimonio; actualmente, más de un quinto de todos los estados de dicho país ya han legalizado dichas uniones.
Curiosamente al final de este mes, la Corte Suprema de Justicia de dicho país debe resolver dos casos importantes, ambos relacionados al derecho de uniones y casamientos entre personas del mismo sexo. Ambos casos son importantes ya que podrían cambiar dramáticamente la habilidad de poder casarse y recibir beneficios federales de personas de la comunidad LGBT. Un caso en discusión se refiere a la constitucionalidad del Marriage Protection Act, el cual prohíbe los casamientos entre personas del mismo sexo a nivel nacional. Si esta mediad es considerada inconstitucional, el derecho a casarse sería casi inmediato en todo el país hasta en estados individuales que lo prohíben. Esta victoria sería significativa no sólo en materia emocional sino que en medidas legales, ya que las parejas podrían gozar de los mismos beneficios que actualmente gozan las parejas heterosexuales.
“La Declaración Universal de Derechos Humanos afirma que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que a cada persona le es dado ejercer todos los derechos y libertades existentes en ese instrumento sin distinción de cualquier naturaleza tales como de raza, color, sexo, idioma, religión,…”. Éstas son las primeras líneas de la declaración de Derechos Humanos, Orientación Sexual e Identidad y Expresión de Género, la cual fue aprobada por todos los estados miembros menos Guatemala y Chile. (Chile manifestó su apoyo a dicha declaración pero por un proceso legal pendiente del mismo tema no la podía aprobar). Dicha declaración fue incluido en la Convención Interamericana contra toda forma de Discriminación e Intolerancia la cual fue aprobada al finalizar dicha Asamblea.
A pesar que varios miembros de la delegación de Guatemala estaban anuentes a aprobar dicha resolución, el presidente Otto Pérez Molina la rechazo en nombre de Guatemala. Por su justificación “somos un país conservador”, muchos aplaudieron al Presidente por su valentía. No sólo fue una declaración poco informada sino que mostró un enorme grado de cobardía del Presidente. Es una lástima que como país no hayamos aprobado una convención que trata de luchar en contra del racismo y la intolerancia. Ser una sociedad conservadora es muy diferente a ser una sociedad injusta, intolerante y racista. Sin embargo, es importante que, como sociedad, estemos sujetos a este tipo de debate y que aprendamos de los ejemplos positivos de la región. Especialmente de países que tienen tendencias conservadoras pero que sin embargo han aceptado pelear porque todos sus ciudadanos tengan acceso a sus derechos sin importar su preferencia sexual.
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