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Hurgar hasta donde duele

La buena noticia es que, sin aspavientos mediáticos, se ha empezado a dar pasos en la dirección correcta.
En estos días, cuando abundan los desgarres de vestiduras por la emigración de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, basta con argumentar esos datos para explicar de qué huyen.
Tipo de Nota: 
Opinión

Hurgar hasta donde duele

25 de Agosto de 2014
Palabras clave

En 1973, durante el gobierno del general Carlos Arana Osorio, se realizó el VIII Censo Nacional de Población. Con ese humor negro tan guatemalteco, mezcla de realismo y cinismo, se decía entonces que el censo no era para contar cuántos éramos, sino cuántos quedábamos.

El chiste reflejaba la percepción social sobre la gravedad de la violencia, especialmente la homicida, que tenía como contexto lo que Carlos Figueroa Ibarra caracteriza como la primera gran ola del terror contrainsurgente.

Muy lejos estábamos de imaginar en aquellos años la magnitud demencial a la que podía llegar la violencia. Todavía debía ocurrir la “segunda ola” del terrorismo de Estado y debía llegar, paradójicamente, la postguerra interna para asomarnos a la realidad de la frase ...

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