Esta es la letra de la primera estrofa del narco-corrido de los Tigres del Norte titulado ´La granja´. En comparación con otros ´narco corridos´ este último resulta bastante ´light´, poco agresivo pero bastante sugestivo. Tanto así que luego de la presentación del video el mismo fue censurado por la administración del Presidente Calderón.
Aunque se trata de una simple canción, su argumento no deja de tener cierta validez sustentada en los trabajos historiográficos relacionados al narcotráfico mexicano. Autores como Anabel Hernández en el ya popular libro Los señores del Narco refuerzan lo que el corrido expresa, pero también contamos con la misma declaración del histórico Félix Gallardo (aún detenido en el penal Puente Grande): ´En los primeros años nosotros le pagábamos derecho de piso al régimen´. La declaración de Gallardo hace referencia a una época, un momento y un México que aún no conocía el mundo del crimen organizado con los nombres que hoy le caracterizan.
A lo largo de la campaña electoral en México se ha repetido una y otra vez que la intención del PRI es ´pactar con el narco´ cómo si esto fuera algo para sorprenderse. Recordemos incluso la declaración del exgobernador de Nuevo León, Sócrates Rizzo García: ´Con el PRI en la Presidencia de la República la violencia generada por el narcotráfico era menor, porque el gobierno marcaba las rutas y los puntos que debían permanecer tranquilos´. Ese control, agregó el exgobernador ´Se perdió al llegar Acción Nacional a dirigir los destinos del país´.
El aparente control del PRI sobre el crimen organizado articula una lógica muy interesante: En el esquema de la poliarquía, el crimen organizado se convierte en un actor más, entrelazado en la lógica de la complicidad conjuntamente de la mano con los sindicatos y los demás grupos de presión. En dicho manejo político, el PRI resultó tan genial para favorecer a grupos como el Cartel del Golfo (dada la cercanía de Raúl Salinas Lozano con Juan N. García, el fundador del Cartel) pero al mismo tiempo construir lazos con los sinaloenses, recuérdese al excandidato presidencial priista Labastida o los consejos de dirección del ya extinto BANAMEX.
Lo que la transición (el arribo del Panismo a México) modificó en la ecuación fue el cambio de estructura criminal que sería protegida y el uso de la fuerza federal para afectar a los grupos rivales.
En Culiacán, si Usted tiene la oportunidad de viajar, debe conocer la cantina ´El Guayabo´. Es una cantina centenaria, y además un punto fascinante de expresión de la narco-cultura. (Hablar sobre crimen organizado y no conocer Culiacán es casi un pecado mortal). Me sorprendió en mi última visita, escuchar el comentario general en cuanto a que la situación ´ha mejorado desde la salida del Ejército de las calles.´ Es posible que el narco-menudeo se sienta menos presionado, pero también es cierto que el efectivo militar destruyó una organizaciones criminales que eran muy fácil de manejar vía lo político en una suerte de despenalización ´de facto´ del trasiego y una tolerancia a la corrupción. El resultado eran bajos niveles de violencia.
Regresar a dicho ´momento original´ es imposible, si como bien lo afirman los expertos hoy contamos 22 grupos criminales entre los Carteles ´grandes´ y las nuevas células satélite´. Lo que debe, entonces llamarnos poderosamente la atención sobre la elección mexicana es el cambio de preferencia política que habrá si el actual partido de gobierno pierde la elección. Es conocida la tolerancia que el gobierno del Edo de México tuvo con la organización Beltrán-Leyva cuando estos ya se habían separado de los sinaloenses. Suponer que, ante el retorno del PRI a los Pinos el Cartel protegido sería los Beltrán Leyva ( y sus aliados, Los Zetas) es una posibilidad a considerar.
De mantenerse el panismo, la protección seguiría para la organización de Guzmán, la organización Zambada y por extensión a sus aliados: El Golfo, grupos minoritarios cómo ´los Matazetas´ y lo que restara de la Familia Michoacana.
Queda preguntarse , ¿ Que sucedería con el arribo de AMLO al poder? La otrora poderosa Familia Michoacana –que en efecto logró secuestrar al gobierno perredista en Michoacán- ha dejado de existir y se fragmentó en grupos risibles.
¿Sería esta la oportunidad para qué un gobierno mexicano llegara sin las manos atadas?
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