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Geografía de la violencia homicida

Ahora hace falta explicar estos cambios, cuyas causas no son tan obvias como lo mencionado en Alta Verapaz y Petén. Especial atención requiere lo ocurrido en el departamento de Guatemala, donde se ha mencionado que las maras o pandillas juveniles han respetado un supuesto acuerdo de no agresión mutua.
Por otro lado, se piensa que algún grupo de narcotraficantes ha logrado someter a los otros, por lo cual ya no es necesaria la guerra entre ellos.
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Geografía de la violencia homicida

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El departamento de Guatemala dejó de ser el más violento en 2011 mientras en Zacapa y Jutiapa se incrementó la tasa de homicidios en más de un 20 por ciento. La violencia decreció especialmente en Petén y Alta Verapaz. Totonicapán dejó de ser el departamento menos violento del país, superado por Quiché y Sololá.

A partir de los reportes de la Policía Nacional Civil (PNC), podemos obtener tasas de homicidios por cada 100 mil habitantes para comparar los departamentos del país y así determinar los lugares más peligrosos o violentos, en contraste con los más seguros o pacíficos.

La guía para el análisis es la tabla adjunta que presenta un ordenamiento de los departamentos del más al menos violento e indica si hubo un aumento o disminución en el nivel de violencia, respecto al año 2010.

Algunos de los hallazgos más sobresalientes son los siguientes:

El departamento de Guatemala dejó de ser el más violento.  Más de tres millones de personas fueron testigos de una importante reducción del 20 por ciento en la tasa de homicidios. En términos absolutos estamos hablando de 315 homicidios menos respecto al total del 2010, pero si tomamos en cuenta el aumento de población la mejora observada se traduce en más de 500 vidas resguardadas.

En el departamento sobresalen los municipios de Mixco, Villa Nueva y Guatemala como los más violentos. Son también los más poblados del país y tienen un desarrollo humano alto. Del 2010 al 2011 la tasa de Mixco y Guatemala disminuyó de manera significativa. La de Villa Nueva, en contraste, casi se triplicó. 

mixcoguatevillanuevamixcoguatevillanuevaEsa mejoría en el departamento más poblado del país es suficiente para explicar la reducción en la tasa nacional de homicidios. Sin embargo, es conveniente analizar qué otros departamentos tuvieron mejor desempeño y cuáles empeoraron. En la primera categoría encontramos 14, mientras que en la segunda hay 8.

Entre los departamentos con peor desempeño respecto al año anterior tenemos a los tres más violentos del país: Zacapa, Escuintla y Santa Rosa.  En 2010 también se encontraban en el Top 5 de la violencia homicida. No obstante sobresale el aumento del 23 por ciento en Zacapa. En la sexta posición también sobresale Jutiapa con un incremento del 20 por ciento.

Por debajo del promedio nacional hubo cuatro departamentos que vieron algún deterioro en su tasa de homicidios: Quetzaltenango, Baja Verapaz, Huehuetenango y Totonicapán. Este último, debido a dicho incremento de más del 50 por ciento, dejó de ser el más pacífico del país, pero continúa entre los destacados con un solo dígito en su indicador de violencia.

A los pacíficos se suman Quiché y Sololá que demuestran que siempre hay espacio para mejorar.

Entre los descensos importantes destacan Petén (21 por ciento) y Alta Verapaz (31 por ciento) debido, en gran medida, a los estados de excepción que se decretaron y aplicaron en dichos lugares en reacción a la violencia con grandes efectos mediáticos que ejercieron los agentes del crimen organizado. La tasa de Chimaltenango está pendiente de revisión, podría ser que aumentó.

Por supuesto que ahora hace falta explicar estos cambios, cuyas causas no son tan obvias como lo mencionado en Alta Verapaz y Petén. Especial atención requiere lo ocurrido en el departamento de Guatemala, donde se ha mencionado que las maras o pandillas juveniles han respetado un supuesto acuerdo de no agresión mutua. Por otro lado, se piensa que algún grupo de narcotraficantes ha logrado someter a los otros, por lo cual ya no es necesaria la guerra entre ellos. Esto solo se puede confirmar con información de inteligencia civil del Estado a la cual no tengo acceso. Sobre las variables estructurales e institucionales hablaré algo en mi próximo artículo de la violencia en el contexto regional.

Haga click sobre los departamentos para ver la información pormenorizada.

 Carlos Mendoza es economista, politólogo y fundador de Ca-Bi. Puede seguir aquí sus observaciones acerca de la violencia.

Nota del autor: Después de publicar este artículo la PNC suministró nuevos datos que hacían inconsistentes los originales de Chimaltenango y Sacatepéquez.

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