Sin embargo, estos actos fueron eclipsados por otra tragedia con tintes similares, ya que en este mismo día fue asesinado el embajador Chris Stevens y cuatro ciudadanos americanos por islámicos extremistas en la embajada estadounidense en Siria. Este acto violento ocurrió solamente horas después que se suscitaran las protestas violentas en otra embajada americana, en Egipto. Estos hechos, según los participantes, son una reacción a la circulación de una película, supuestamente producida por judíos americanos, en donde se satiriza al profeta de la religión musulmana, Muhammad.
Actualmente la situación ha escalado, ya que después del asesinato del embajador, se han replicado estas demostraciones violentas en más países árabes. Por ejemplo, este pasado jueves 13 de septiembre un grupo de protestantes en Yemen trataron de quemar la embajada americana. Por lo que el gobierno estadounidense ha enviado más personal militar a países del mundo árabe para proteger a su cuerpo diplomático, ya que han recibido amenazas similares.
La llama que causó este incendio fue un video, para ser más específicos, el tráiler de una película sobre la religión musulmana y su principal figura el profeta Muhammad. Este video fue subido al canal YouTube en junio del presente año, por un director supuestamente llamado Sam Bacile. Sin embargo, recibió más atención la semana pasada cuando fue transmitido en un canal de la televisión egipcia. La semana pasada, un programa conducido por un presentador, considerado controversial en Egipto, reportó sobre dicho video, y poco después miles de personas en el Medio Oriente visitaron la página para poder verlo. El video se convirtió en viral a través de las redes sociales, especialmente en Twitter, sacando de la oscuridad a este filme que anteriormente muy pocas personas conocían su existencia. El video se titula La inocencia de los musulmanes o La verdad sobre Muhammad.
Tuve la oportunidad de ver algunas partes, y a mi criterio es una sátira que trata de ilustrar las hipocresías de la religión musulmana. Por supuesto que la película está radicalizada, y por lo tanto tiene muchísimas incongruencias y estereotipos equivocados sobre dicha religión.
A mi criterio es un filme de muy mal gusto, ya que no solo generaliza una cultura, sino que también es bastante ofensivo. Personalmente no tienen ningún argumento, ni promueve un debate legítimo, ya que cae en argumentos subjetivos e ignorantes. La verdad, algunas escenas me causaron mucha risa. Lo que sí no es de reírse, es la intención del grupo que creó este video, ni tampoco las reacciones cobardes de los extremistas. El asesinato de un diplomático inocente no es justificable, ni tampoco la violencia hacia personas inocentes.
Como mencioné al principio, los agresores han usado este filme como una excusa para incitar a la violencia a la población árabe en contra de los Estados Unidos. Según varios reportes, dicha película fue producida en California y dirigida por Sam Bacile con el apoyo económico de varios donantes judíos de Israel. Es por esta información que se manifestó el odio entre los simpatizantes musulmanes hacia los Estados Unidos, principalmente las embajadas.
Sin embargo, después de varias investigaciones se ha descubierto que dicho director no existe y que la película no fue producida ni por americanos ni por personas judías. Actualmente se señala a un grupo radical de Coptos Cristianos de Egipto, quienes no solo produjeron sino que financiaron la película. Según la publicación Al Jazeera, este grupo buscaba tener la reacción que podemos observar hoy, no necesariamente el asesinato de un embajador, pero sí crear caos y demostrar las “tendencias violentas” de la religión musulmana.
Lo cierto es que ambos lados están equivocados, y ambos son responsables de la tragedia sucedida y de los efectos que se están viviendo y los que puedan suceder en el futuro. Esta es una muestra más de la tensión que cada vez se radicaliza más entre el mundo árabe y el mundo occidental. Específicamente la constante lucha y la delicada relación entre los países musulmanes y los Estados Unidos.
Lo triste de esta historia es que debido a la manipulación de un extremo y la violencia del otro, murieron personas inocentes que estaban trabajando para consolidar dicha tensión. El embajador que fue asesinado, Chris Stevens, era un campeón para la liberación de Siria y uno de los principales defensores del movimiento democrático en dicha región. Según el presidente Obama, su esfuerzo y lucha no será en vano, ya que su trabajo continuará en Siria.
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