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Un niño, con mascarilla puesta en la boca, observa el despliegue militar frente a la entrada de la colonia El Limón, zona 18 capitalina, mientras se dirige al colegio con su madre, en la madrugada del viernes 13 de marzo

En El Limón les piden que se laven las manos, pero no tienen agua

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En El Limón les piden que se laven las manos, pero no tienen agua

“El presidente (de la República) dice que tenemos que lavarnos bien las manos y varias veces al día para no exponernos al peligro del contagio, pero ¿cómo? si no tenemos agua”.

Doña Rosa María Muñoz, 56 años, lideresa de la colonia El Limón, está más preocupada de lo habitual. Su colonia vive buena parte del tiempo sin agua.

En la mayoría de las colonias y asentamientos que conforman el microcosmos de El Limón, zona 18 capitalina, el agua no es un derecho, sino un privilegio conquistado a diario a través de presiones a la empresa municipal de agua, Empagua, que no logra abastecer a los habitantes de la zona de una forma constante. La compra de agua en pipas es constante, y cara.

Esa lucha urbana se contabiliza con un gasto de cientos de quetzales mensuales por cada familia, entre el pago de la factura municipal y los toneles adicionales del servicio privado, para lograr un abastecimiento mínimo en la mayoría de la champas que conforman el conjunto urbano de una de las zonas rojas más emblemáticas de la ciudad.

El jueves pasado, antes de confirmar la presencia del coronavirus en el país, el Gobierno inauguró un operativo de toma de control en la colonia, parecido a los Estados de Prevención realizados en otras áreas de Guatemala. En la madrugada del viernes, un niño caminaba de la mano de su madre al colegio, portaba una mascarilla en la boca. Cruzaba los fusiles militares y perros antinarcóticos como si nada.

Así se vive la emergencia sanitaria, entre muchas otras, en El Limón.

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