"Señor Presidente de la República de Guatemala Otto Pérez Molina presentó su renuncia el día 2 de septiembre del año en curso. Con el objeto de mantener la institucionalidad del Ejecutivo y resolver en forma individual el proceso que se lleva en su contra", informó Jorge Ortega, vocero presidencial.
"La carta de renuncia se firmó a las 19:00 horas, y luego del proceso de autenticación se remitió al Congreso de la República", añadió Ortega. Pérez Molina fue desaforado por el Congreso de la República el pasado martes acusado de corrupción. Ayer el Ministerio Público (MP) solicitó orden de captura en su contra, y el juez Miguel Angel Gálvez la otorgó, según la Fiscal General, Thelma Aldana.
A partir del 21 de agosto en que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público (MP) solicitaron un nuevo antejuicio al que ya se llevaba en su contra, esta vez por los delitos de asociación ilícita y cohecho, todo aceleró la caída y forzó a Otto Pérez Molina a renunciar a un cargo en el que cada vez estaba más solo.
Desde el 16 de abril de este año, en que la CICIG y el MP revelaron una estructura de crimen organizado dedicada a desfalcar al Estado a través de la defraudación aduanera y en la que funcionarios del Estado fueron señalados de estar implicados, el gobierno de Pérez Molina empezó a tambalear. Fueron señalados desde vistas de aduanas hasta el secretario privado de la en ese entonces vicepresidenta Roxana Baldetti. Ya entonces, en las escuchas telefónicas presentadas en tribunales por el MP, surgieron indicios de la posible participación de Pérez Molina y Baldetti en la estructura criminal.
En la carta de renuncia el ahora expresidente expuso:
"Desde el inicio de mi carrera profesional y después política, he venido luchando por la democratización, la paz y el bienestar del pueblo de Guatemala. En la situación actual y teniendo en cuenta por sobre todo el interés del Estado, me corresponde continuar con el debido proceso y por lo tanto presentarme ante la justicia y dirimir mi situación personal con la convicción de hacer lo correcto, me dirijo a usted y al honorable Congreso de la República para presentar mi renuncia al Cargo de Presidente de la República de Guatemala".
Con los principios y valores en los cuales me he formado, enfrentaré con la conciencia tranquila, los procesos que corresponden. Hoy más que nunca, mi compromiso con el pueblo de Guatemala es someterme con toda entereza, mediante el debido proceso, al imperio de la Ley y desvirtuar los señalamientos que hoy se me hacen.
Hago un llamado a los guatemaltecos y guatemaltecas, para que dejando por un lado los odios y rencores, y en el marco del Estado de Derecho, contribuyamos todos, para hacer las transformaciones profundas que el Estado demanda, para enfrentar los grandes retos que procuren la construcción de nuestra Guatemala, que sea expresión de la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo, especialmente de los más desposeídos.
Tengo la convicción y la fe en Dios, que el futuro es promisorio, que nuevos tiempos han de venir, en los que habremos de encontrarnos una Nación en la cual , la satisfacción de las necesidad y una vida digna para todos, sean una realidad.
Agradezco a la iglesia católica y a la Iglesia Evangélica por sus múltiples oraciones, y los millones de guatemaltecos que confiaron y siguen creyendo en que juntos habremos de construir una Guatemala mejor".
Tras la renuncia de ocho de sus ministros, con el exvicepresidenta en la cárcel, con su derecho de inmunidad retirado por el Congreso el martes 1; con un partido político (Partido Patriota) debilitado, y sin el apoyo del partido Libertad Democrática Renovada (Lider); con la orden de captura girada en su contra por la tarde de ayer, el Presidente presentó su carta. A cuatro días de las elecciones y después de meses de manifestaciones ciudadanas en los centros urbanos de toda Guatemala pidiendo su renuncia, Otto Pérez Molina finalmente lo hizo, renunció.
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