Dada la complejidad del sistema electoral de los Estados Unidos, por momentos, la impresión que se crea en un observador externo es que son realmente los medios de comunicación, especialmente la televisión, quienes controlan el proceso y asignan el número de votos electorales que garantiza la elección del próximo presidente. Y en ese sentido, la elección fue bastante más dramática y disputada en las pantallas de TV, que lo que resultados indican el día de hoy: 303 votos electorales para Obama, y 206 para Romney.
The New York Times, en su edición del día miércoles 7, resalta que Obama obtuvo un clara victoria, pero el balance de poder permanece igual en Washington –Obama Wins a Clear Victory, but Balance of Power Is Unchanged in Washington. La edición web de El País, titula El Waterloo del partido republicano, y Mother Jones, el medio que difundió el vídeo con las declaraciones de Romney sobre los votantes de Obama, titula, 47% y aún más… –47% and then some…
El optimismo se respira en la tienda demócrata, y se hace aún más evidente luego del mensaje de Obama, que promete que lo mejor está por venir. Sin embargo, esa amplia ventaja de electores que le ha dado un segundo mandato, no se reflejará en la conformación del Legislativo. La Cámara de Representantes estará todavía dominada por los republicanos, aunque se ha ampliado la mayoría demócrata en el Senado. En el análisis comparativo, al que son tan afines los medios de los Estados Unidos, Obama resulta ser el primer presidente, desde Franklin D. Roosevelt, que gana con menos votos electorales su reelección, lo que puede interpretarse como una señal de su desgaste.
Mientras tanto, en la acera de enfrente, los republicanos tienen razones para estar preocupados, al menos por ahora. No solo han perdido la carrera presidencial, sino que las figuras del Tea Party, como Michelle Bachmann y Allan West, se encuentran en dificultades para mantener sus escaños. Sin embargo, el mantener el control de la Cámara de Representantes les da una cierta tranquilidad, tal como lo expresó el republicano John A. Boehner, presidente de esa Cámara, quien se refirió ayer a una renovación del mandato legislativo del Partido Republicano.
Adicionalmente, no parece demasiado temprano para identificar a las figuras en alza dentro de las filas republicanas. Paul Ryan ha revalidado su escaño como representante de Wisconsin, pese a que Obama ganó en ese Estado. Condoleezza Rice continúa como una de las estrellas que podría convertirse en una eventual candidata presidencial.
En otras palabras, lo que cabe esperar es más de lo mismo, al menos durante los siguientes dos años. Los republicanos conservan su capacidad de atacar y paralizar a la administración demócrata. Los puntos esenciales del desencuentro entre los partidos continúan en un debate polarizado: reducción del déficit público, reforma fiscal, reactivación económica, migración, así como las reformas al sistema de salud.
A todo esto, desde la Guatemala que ha visto en esta administración demócrata, la cifra récord de deportaciones, es válido preguntarse qué se puede esperar de un segundo mandato. Y la respuesta podría ser también más de lo mismo. Las prioridades en cuanto a migración y la guerra contra las drogas no van a cambiar. En 2013 podríamos asistir a la etapa de arbitraje de la disputa del DR CAFTA.
Lo que definitivamente va a cambiar, es que la Academia Sueca no va a poder conceder, al menos en este año, un Nobel por la reelección…
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