Por principio y por ley, las cooperativas privilegian la educación y formación de sus asociados; en el aspecto económico acumulan la riqueza de forma horizontal y la reparten de forma equitativa; así mismo, las perdidas son asumidas colectivamente, dando una capacidad de soporte y recuperación superior a otras formas de organización productiva. Las cooperativas tienen un marco legal y regulatorio propio, que materializa su identidad y presencia social.
El desarrollo rural debe partir d...
Por principio y por ley, las cooperativas privilegian la educación y formación de sus asociados; en el aspecto económico acumulan la riqueza de forma horizontal y la reparten de forma equitativa; así mismo, las perdidas son asumidas colectivamente, dando una capacidad de soporte y recuperación superior a otras formas de organización productiva. Las cooperativas tienen un marco legal y regulatorio propio, que materializa su identidad y presencia social.
El desarrollo rural debe partir de una visión integral que contemple el círculo virtuoso de creación de los cuatro capitales: el capital económico, el capital natural, el capital humano y como resultado de los anteriores, el capital social.
El desarrollo rural es una tarea de todos, pero requiere de una inversión primaria en bienes públicos (infraestructura, educación, salud) que motiven una inversión potenciada en bienes privados.
Dicho proceso debe ser ordenado mediante una política pública, su respectivo plan de desarrollo y la oportuna asignación de recursos. Las propuestas de desarrollo rural deberían explicitar objetivos concretos y estructurales tales como la seguridad alimentaria y el ordenamiento territorial.
La institucionalidad existente en el país es suficiente y adecuada para atender las tareas ligadas al desarrollo rural, siempre y cuando posea un Plan definido y una dotación de recursos suficiente y oportuna, así como la capacidad de establecer alianzas entre el Estado y organizaciones distintas al mismo. Todas las acciones enmarcadas en un Plan o Estrategia de desarrollo rural deben ser diseñadas e implementadas en el marco de una pertinencia cultural, que permita el respeto hacia las culturas ancestrales y la sabia utilización de todos sus potenciales.
Si se construye el Plan o Estrategia y se tiene establecida la institucionalidad operativa y política −tal es el punto al que se ha llegado ahora−, se debe buscar la mejor forma de establecer alianzas para operar por fin acciones que propicien el desarrollo rural; especialmente en temas de seguridad alimentaria relacionados con el acceso y la disponibilidad de alimentos; las cooperativas son el aliado lógico y natural para empezar estas alianzas.
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