Desempolvar el Informe

Odio, venganza, fanatismo, guerra o locura. Personajes públicos han sido insultados, agredidos y asesinados por diversas razones que dependiendo de las investigaciones se puede entender el motivo o razón, y en otras no queda más que dar suelta rienda a la imaginación y decidir si tales acciones fueron cobardes o heroicas, dependiendo del cristal con que se vean.

Veamos algunos ejemplos simples en detalles.

30 de enero de 1948, Nueva Delhi. Mahatma Gandhi se dirigía a un lugar para rezar cuando fue asesinado por Nathuram Godse.

21 de septiembre de 1956, Nicaragua. Rigoberto López Pérez disparó e hirió de muerte a Anastasio Somoza García. Los escoltas de Somoza mataron a López con más de 50 balazos.

30 de marzo de 1981, Washington, D.C. John Hinckley, Jr. hirió al entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, perforándole un pulmón, atentado del cual se recuperó debido a la pronta intervención médica.

13 de mayo de 1981, El Vaticano. Mehmet Ali Ağca disparó e hirió de gravedad a Juan Pablo II. Ağca fue juzgado y sentenciado a cadena perpetua recibiendo posteriormente el perdón de Juan Pablo II por intentar asesinarlo.

16 de abril de 2003, Argentina. Un grupo contrario políticamente arrojó huevos a la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner.

14 de diciembre de 2008, Bagdad. Muntadhar al-Zaidi intentó golpear al entonces presidente de los Estados Unidos, George Walker Bush, arrojándole sus zapatos.

28 de mayo de 2013, Chile. Un joven escupió en la cara a la expresidenta y entonces candidata Michelle Bachelet.

(Y después de tal recorrido, llegamos a mi querida tierra Guatemala, tierra de volcanes y leyendas, heredera de la majestuosa cultura maya, con ciudades coloniales y paisajes impresionantes.)

14 de enero de 2014, Guatemala. Geraldine del Cid lanzó “polvo blanco” a la vicepresidenta Roxana Baldetti.

Como ven, no somos el único ni el peor ejemplo. Ahora podemos decir que formamos parte de una gran lista de países que tiene políticos agredidos por ciudadanos intolerantes, fanáticos y enfermos mentalmente, o, ahora podemos decir que formamos parte de una gran lista de países que tienen ciudadanos dispuestos a mostrar su inconformidad en escenarios públicos agrediendo física o verbalmente a los políticos de turno a sabiendas de las represalias y meses de cárcel que aparecen en el horizonte.

Sea lo que fuere, gracias a Dios lo lanzado fue cal –según el Inacif− y no ácido sulfúrico, y la reacción de la seguridad fue apresarla con relativa tranquilidad, sin golpes ni disparos. Lo importante de este episodio nacional es el pronto esclarecimiento de los hechos y razones. Y al tener claridad en los sucesos, necesitamos pasar la página y limpiar el “polvo blanco” que cubrió el informe presentado por Otto Pérez Molina.

Necesitamos analizar, debatir y verificar con otros resultados los expuestos en el informe del segundo año de gobierno pues me da la sensación –ojalá me equivoque− que los logros y avances corresponden a otro país. Que en el 2014 la energía eléctrica no va a modificar su tarifa, que el Producto Interno Bruto creció un 3.5 por ciento, que el empleo formal incrementó 5 puntos porcentuales (159 mil 999 nuevos empleos) y que durante el 2013 la tasa de homicidios se redujo de 39 a 34 por cada cien mil habitantes.

El Presidente finalizó su discurso haciendo un llamado a evitar diferencias y unirse por el bien común, frase que no escucharon algunos diputados pues abandonaron el Teatro durante el informe y con seguridad de lo único que se enteraron fue del famoso lanzamiento del “polvo blanco”. ¡Por eso estamos como estamos!