Ayer, primer día de audiencia, se conocieron tres incidentes y todos fueron rechazados por el juez, Miguel Ángel Gálvez.
Al principio, uno de los abogados defensores, Marco Antonio Corleto Marroquín, argumentó que el caso debería retrotraerse al 10 de octubre, cuando se le dio trámite a la recusación de la jueza Carol Patricia Flores. En su opinión, todo lo resuelto desde entonces hasta hoy debería quedar sin efecto. El juez le respondió que el proceso debía continuar y lo justificó con el Código Procesal Penal, que permite que los posibles vicios de un proceso se corrijan sobre la marcha.
Danilo Rodríguez Gálvez, otro de los defensores, planteó el segundo incidente: pretendía que se sacara del proceso el informe de la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH) donde se refiere al delito de genocidio. El juez le aclaró que no era el momento de recusar el documento: las pruebas no se deben valorar sino hasta que se desarrolle el debate.
La tercera acción de la defensa buscaba hacer que el Ministerio Público demostrara la intención del imputado de haber cometido el delito de genocidio. El juez la volvió a rechazar por el mismo motivo.
El juez Gálvez llamó la atención a los abogados del general Ríos porque, según expresó, “no pueden venir a estar alturas a decir que no se le ha respetado el derecho de defensa.”
Después de tres meses en los que el proceso había permanecido estancado, hoy se espera que conozcan los incidentes que restan, pero la estrategia de la defensa dilatará el juicio varios días más: se realizarán audiencias toda la semana para conocer los otros once incidentes planteados.