Para miles de guatemaltecos una marcha, una procesión, un partido de fútbol, cualquier evento que reúna a más de diez personas, es la oportunidad de ganar algunos quetzales de más, o quetzales que no tienen. Y es que al menos con un quetzal alcanza para comprar cuatro tortillas. El complemento para la comida de muchos, dice don Miguel.
Cuando no hay un empleo, la necesidad empuja a muchos a la venta de productos. Es así como crean sus propias fuentes de trabajo. Doña Rosario vende f...
Para miles de guatemaltecos una marcha, una procesión, un partido de fútbol, cualquier evento que reúna a más de diez personas, es la oportunidad de ganar algunos quetzales de más, o quetzales que no tienen. Y es que al menos con un quetzal alcanza para comprar cuatro tortillas. El complemento para la comida de muchos, dice don Miguel.
Cuando no hay un empleo, la necesidad empuja a muchos a la venta de productos. Es así como crean sus propias fuentes de trabajo. Doña Rosario vende frutas en el mercado y cuando no está ahí, como ocurrió el pasado viernes, vende llaveros. A don Jorge se le ocurrió que sería bueno hacer piñatas de cuchuruchos. Las vendió a 20 quetzales cada una. Sara creó una carreta que transportara agua hervida, y recorre las calles vendiendo sopas instantáneas.
Algunos vendedores consiguen la mercadería ya fabricada, hay quienes las crean. Cuando el dinero falta, y la necesidad es grande, al ingenio no espera. Son estrategias de sobrevivencia.
Son miles los vendedores, e igual número de productos. He aquí algunos.