“Mirá vos, aquí de hombre a hombre, te exijo que ya no haya más violencia contra tu mamá, hermana, tu tía, tu abuelita, tu prima, tu hija, tu mujer”. “Y vos ¿qué tipo de esposo querés para tus hijas?”. “Ya es hora de dejar atrás el machismo”.
Esas son algunas de las frases de un anuncio que sale ahora en la televisión, personajes como el ex Presidente del Congreso, diputados, artistas, locutores, presentadores de televisión y fig...
“Mirá vos, aquí de hombre a hombre, te exijo que ya no haya más violencia contra tu mamá, hermana, tu tía, tu abuelita, tu prima, tu hija, tu mujer”. “Y vos ¿qué tipo de esposo querés para tus hijas?”. “Ya es hora de dejar atrás el machismo”.
Esas son algunas de las frases de un anuncio que sale ahora en la televisión, personajes como el ex Presidente del Congreso, diputados, artistas, locutores, presentadores de televisión y figuras públicas en general, todos hombres, defendiendo a las mujeres, exigiendo que se detenga la violencia contra ellas. El anuncio se titula: “Hombres que dicen no a la violencia a la mujer”.
El caso aun no resuelto de Cristina Siekavizza y la tan sonada Ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer así como la tampoco resuelta inconstitucionalidad parcial en contra de algunos de sus artículos, entre otras cosas, han hecho que en Guatemala el tema de la violencia contra la mujer sea cada vez más discutido.
Sin embargo, considero que este es solo el principio y que anuncios como ese son precisamente los que han de discutirse. Anuncios como estos a mí me suenen a machismo puro y duro. Yo no me siento tranquila escuchando que soy la propiedad de un hermano, tío, primo o papá. Y me niego a pensar que sea “entregada” un esposo.
De buenas intenciones está pavimentado el camino al infierno y esos mensajes son precisamente eso. Creo que si la intención de estas personas es hacer una reflexión a la sociedad sobre la violencia, el mensaje es confuso. Primero porque está dirigido a hombres y quien crea hombres machistas son las mujeres. Las mamás y las abuelas que obligan a la hija a “servirle” al hermano y al primo. La mamá que le permite al muchachito que haga un gran berrinche y no le enseña a controlarse. Es contradictorio que el mensaje sea de macho a macho.
Pero pareciera que el macho no va a respetar a una mujer que se lo diga, es por eso, que el anuncio es de hombre a hombre. Si un grupo de mujeres hiciera el anuncio se les tacharía de feministas remachonas, seguramente dirían que son de las que escriben en la Cuerda.
Ahora más que nunca el tema de la renegociación del poder relativo entre hombres y mujeres es un tema vital. En Guatemala este tema está aún en pañales. Resultado de esa etapa inicial es que hay quienes cuestionan la existencia y la legitimidad de leyes como la ley contra el femicidio. Sin embargo, en una etapa superior que otros países ya han alcanzado, cuando normativamente ya se han superado barreras, el día a día sigue siendo igual de cuestionado, igual de machista. Esto es porque la enseñanza en la casa y en la calle siempre mantiene un esquema machista y es contra eso contra lo que hay que luchar.
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