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De cómo hace 40 años (también) algunas empresas contrataban a socios de los presidentes

Desde entonces Del Monte ha mantenido una relación tormentosa con el país. En 2011 fue demandada en un juzgado en Washington por contratar a la familia Mendoza, acusada por Estados Unidos de tráfico de drogas, para intimidar y asesinar a sindicalistas.
El negocio era así: Timport taló un mínimo de 500,000 pies cuadrados de madera cada mes, que el Gobierno de Guatemala por medio del Fondo de Inversión y Desarrollo de Petén (FYDEP) le compraría en US$95 por millar.
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De cómo hace 40 años (también) algunas empresas contrataban a socios de los presidentes

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Entre 1973 y 1975 ocurrieron al menos dos grandes casos de corrupción registrados por la diplomacia estadounidense entre empresas extranjeras y el Gobierno de Guatemala. Uno fue el de la bananera Del Monte y cómo obtuvo los derechos de compra de la otrora United Fruit Company tras contratar como consultor a un socio del presidente Carlos Arana (MLN) y otro fue la concesión leonina de tala de maderas preciosas en Petén y el otro. Los documentos obtenidos por WikiLeaks dan detalles.

Plaza Pública es parte del grupo de 17 medios de todo el mundo que participan de la investigación sobre “Los cables de Kissinger”. WikiLeaks ha obtenido más de 1.7 millones de documentos de la diplomacia estadounidense entre 1973 y 1976 –no desclasificados o desclasificados– que aportan luces sobre el pasado. Presentamos algunos de los descubrimientos e invitamos a nuestros lectores a encontrar más historias y a utilizar este archivo público.

El “consultor” de la bananera

La bananera estadounidense United Fruit Company se había convertido desde 1930 en el mayor terrateniente del país –con 229,050 hectáreas– y cuando fue uno de los blancos de la Reforma Agraria del gobierno de Jacobo Árbenz, fue su principal opositor y movilizó sus influencias en el gobierno de Estados Unidos para que Washington participara en el golpe de Estado de 1954. Su papel fue detallado por Stephen Schlesinger y Stephen Kinzer en el libro Fruta Amarga.

Cuando la empresa, cuyo nombre fue cambiado a United Brands, vendió sus propiedades y acciones en Guatemala durante el gobierno de Carlos Arana (Movimiento de Liberación Nacional –anticomunista- entre 1970 y 1974), saltó un escándalo en el Wall Street Journal en 1976, en donde se acusó a Del Monte (1975STATE163977_b) de corrupción para obtener el permiso de la compra, según recogió la embajada estadounidense en Guatemala. La defensa de Del Monte fue que sólo había contratado a un “consultor”, cuya identidad mantendría en el anonimato. Pero ante las presiones de los medios, la identidad de éste salió a luz.

El hombre detrás de la jugada se presentó ante el público (1975GUATEM03803_b). En un campo pagado el 21 de junio de 1976, era Domingo Moreira, el cubano que fundó el Grupo PAF, de Pesca, Areca y Frisa, de pescados, pollos y congelados, quien recibió US$500,000 como consultoría de Del Monte y negó haber participado en ningún caso de corrupción. “No hablé con ningún funcionario para esta consultoría. Mi propia experiencia era suficiente”, afirmó entonces, según recogió la embajada.

Los diplomáticos estadounidenses lo describieron, el 11 de marzo de 1976, como un empresario con las conexiones políticas adecuadas para ser muy influyente en la política desde que llegó al país durante el tiempo de Miguel Ydígoras. Fue uno de los principales financistas de la campaña de Arana y mantuvo sus relaciones al más alto nivel durante el gobierno de Kjell Laugerud (1974-78, PID-MLN). La embajada afirma que Moreira fue socio de Arana en una empresa que compitió por contratos petroleros.

En los documentos se describe una visita del ministro de Economía de Arana, Carlos Molina Mencos, como autoinculpadora. El entonces ex ministro iba a defenderse y a decir que él “no era el consultor anónimo”, pero los estadounidenses le mostraron el campo pagado de Moreira. “Aliviado y desinflado” se mostró Molina al ver la publicación y dijo que sólo dos personas tenían poder de decisión sobre la venta: Arana y él. El exfuncionario dijo "que había cambiado su opinión a favor de Del Monte pero sin ayuda de Moreira”.

Los estadounidenses advirtieron a Del Monte de los problemas que podrían tener si se seguía publicando sobre sus actividades (en la frontera con la legalidad), como había ocurrido en Honduras. Desde entonces Del Monte ha mantenido una relación tormentosa con el país. En 2011 fue demandada en un juzgado en Washington por contratar a la familia Mendoza, acusada por Estados Unidos de tráfico de drogas, para intimidar y asesinar a sindicalistas.

De regreso en 1976, Molina advirtió que este escándalo podía llevar a investigar otros intereses estadounidenses en el país, como Exmíbal y la electrónica Boise Cascade. La oposición, mientras tanto, pidió reformar una ley para evitar sobornos (1975GUATEM01879_b) de las bananeras cuando se discutió el impuesto a esa agroindustria. Una práctica que cuarenta años más tarde, en 2011, retomarían las telefónicas para evitar que se aprobara un impuesto específico para su sector.

La entrega de las maderas de Petén

El caso de Petén tiene similitudes con otras concesiones en los últimos cuarenta años. Sin competencia pública, una empresa estadounidense, Timport Inc., recibió los derechos (leoninos) para “industrializar” la tala de cedro y caoba en Petén. En el cable, la embajada de Estados Unidos en Guatemala, cuenta cómo William Gallaway, vicepresidente de Timport, narró a los diplomáticos que había obtenido el negocio del siglo.

El negocio era así: Timport taló un mínimo de 500,000 pies cuadrados de madera cada mes, que el Gobierno de Guatemala por medio del Fondo de Inversión y Desarrollo de Petén (FYDEP) le compraría en US$95 por millar. Si producía más que eso, tendría que pagar al Gobierno US$30 por millar. “Pero eso se vende a US$400 por millar en el mercado (…) y tengo capacidad de producir 2,500,000 por mes”, relataba un “jubiloso” Gallaway a la embajada el 1 de octubre de 1973.

El gobierno le dio, además, exenciones para importar maquinaria. Timport quería, además, un seguro gubernamental –como el que se otorgará con la actual Ley de Alianzas Público-Privadas–, pero EE.UU. no consideraba que fuera a ser otorgado.

Esto fue parte de cómo se desarrolló la industria maderera, o la tala, en Petén, hoy una tierra de nadie disputada por palmeros, narcotraficantes y campesinos

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