Obvio: es un reportaje. Porque para noticia ya está muy vieja y, de tan vieja, a ratos olvidada por las propuestas de desarrollo, que en un estira y encoge de la dicotomía rural versus urbano apuestan por poner en el asador toda la carne del lado urbano para curar el síntoma de la enfermedad, ya que no la causa.
Hay que trabajar urgentemente en el desarrollo rural porque, de lo contrario, las propuestas de desarrollo para el ámbito urbano no podrán contar con los insumos mínimos para i...
Obvio: es un reportaje. Porque para noticia ya está muy vieja y, de tan vieja, a ratos olvidada por las propuestas de desarrollo, que en un estira y encoge de la dicotomía rural versus urbano apuestan por poner en el asador toda la carne del lado urbano para curar el síntoma de la enfermedad, ya que no la causa.
Hay que trabajar urgentemente en el desarrollo rural porque, de lo contrario, las propuestas de desarrollo para el ámbito urbano no podrán contar con los insumos mínimos para implementarse. ¿Creen acaso que el migrante de las áreas rurales a las ciudades dejará de estar desnutrido, enfermo y sin educación solo con llegar a una ciudad cercana al ideal? ¿O creen que los principales centros urbanos van a abastecerse de agua si no se cuidan y trabajan las cuencas estratégicas que los abastecen? Y así sucesivamente puede irse razonando que, si bien es necesario planificar y mejorar nuestras ciudades, poco se conseguirá si en el orden de los factores no resolvemos primero los históricos y agobiantes problemas de las áreas rurales.
[frasepzp1]
En el carrusel de las propuestas electorales de cada cuatro años se aprecia cómo el tratamiento de los temas estructurales de país se viene deteriorando, al punto de que ahora por afortunados debemos darnos si al menos se plantean. Por lo mismo es que se cae fácil en la tentación de sacar refritos, es decir, propuestas que se han presentado como documentos emplasticados cada cuatro años, que en su momento han incorporado algunos planes de gobierno, que luego se materializan en un tibio esbozo institucional de creación de gabinetes o consejos sin presupuesto o sin fuerza política y que terminan por causar más daño al ralentizar la acción gubernamental o al crear expectativas en los actores sociales y económicos que, al no verse cumplidas, abonan a esa desazón y desconfianza generalizada que ahora impera en el país.
Parte de lo que se ha ensayado y propuesto sigue siendo válido y merece rescatarse, pero no todo. Tragarse una propuesta de refrito en materia de desarrollo rural sin considerar el entorno cambiante en lo político, social, tecnológico, económico, ambiental o institucional es poco realista. Igual de necio es ver que algo no ha funcionado e ignorar que debe ser replanteado.
Hay que replantear los temas fundamentales del desarrollo rural, como abandonar el paradigma de la tierra como único factor de producción, identificar los detonadores de empleo en el área rural, privilegiar la infraestructura productiva (puntualmente los caminos rurales), establecer formalmente las instituciones públicas que administran el tema, etc.
Que se proponga algo es lo importante. Si es un refrito, se entiende, ya que es de las que en este mismo espacio se llamaron «materias atrasadas». Pero, por favor, con criterio, sin personalismo y haciendo el esfuerzo de sentir las realidades.
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