2. Construcciones del duelo El miércoles 7, elPeriódico de Guatemala publicó en su web un video de youtube bajo el exacto titular “Graba impresiónate accidente ocurrido en tramo de la ruta a Champerico, Retalhuleu”. Confiando en la descripción de quien lo subió a internet, la información decía que el motorista, que en el momento del choque manejaba en zigzag, murió en el acto. A casi 400 personas en facebook les gustaba esto. Una buena parte de los comentarios mostraban preocupación por el destino del camionero. Otros tantos se alegraban de que el muerto se hubiera muerto, por mula.
3. Saltar como un caballo en el tablero de ajedrez Hay veces que parece que Guatemala sucede simultáneamente en varios planos temporales y que una infinidad de historias nacionales casi idénticas discurren en paralelo y a distintas velocidades, mientras el presente salta con un orden preciso pero no matemático, salvajemente, de uno de esos hilos a cada uno de los otros, indiscernibles entre sí salvo por pequeñas modificaciones en la puntualidad de los acontecimientos o en el contenido y en las emociones de los acontecimientos mismos. Y todo lo imbuye una extraña sensación de dejà vu, ese glitch de la memoria del pasado y (qué cosa rara) a veces parece que también de la memoria del futuro. Nunca se sabe en qué momento de la historia se vive, o en qué línea temporal nos encontramos. Mayo de 2013 tenía las hechuras del porvenir. La sensación ahora es que mayo de 2014 es un tiempo cóncavo como una cueva, una penumbra de décadas. Pero en realidad no tenemos la menor idea de en qué momento estamos, ni en qué lugar, como pájaros que hubieran perdido su radar cenital: ahí afuera están revocando leyes anticomunistas de otro siglo y los instrumentos de navegación, con tanto trastorno, nos han abandonado: ya ignoran cualquier magnetismo.
4. “El castillo, allá arriba, ya extrañamente oscurecido, que K. esperaba alcanzar todavía ese mismo día, volvió a alejarse. Pero como si, con motivo de esa provisora despedida, aún hubiera de darle una señal resonó allí una alegre campanada; fue el sonido de una campana que, aunque sólo por un instante, le estremeció el corazón, tal como si se cerniese sobre él la amenaza —por ese toque también doloroso— de la consumación de aquello que inciertamente anhelaba. Pero pronto enmudeció esta campana grande, para ser relevada por una monótona campanita, que asimismo replicaba acaso allá arriba, o que tal vez ya sonaba en la aldea.”
El Castillo, de Franz Kafka.
5.La incapacidad para el duelo. Deficiencias en la literatura de posguerra “La hipótesis formulada por primera vez por Alexander y Margarete Mitscherlich de la 'incapacidad para el duelo', en 1967, ha demostrado ser entretanto —aunque sea difícil de comprobar de manera estadística— una de las explicaciones más claras de la sociedad de la Alemania occidental en la posguerra”.
Extracto de Construcciones de duelo: Günter Grass y Wolfgang Hildesheimer, de W.G. Sebald.
2. Empatía y condolencia en el siglo XXI “Pinche borracho que le generó un problema innecesario al conductor del camión, que gracias a Dios quedó grabado y serviría para que lo exculpara la justicia. Y así es como suceden muchos accidentes de irresponsables que no debieran NUNCA obtener licencia para conducir. No debiera decirlo pero menos mal que se murió.”
Comentario extraído de Facebook 07/05/2014
Jajaja. Por mula.
5.La incapacidad para el duelo. Deficiencias en la literatura de posguerra La ausencia de 'reacciones de duelo tras una catástrofe nacional de la mayor envergadura', la 'sorprendente paralización de sentimientos con que se respondió a montañas de cadáveres de los campos de concentración, la desaparición de los ejércitos alemanes en la prisión, las noticias sobre el asesinato de millones de judíos, polacos y rusos, y sobre el asesinato de adversarios políticos en las propias filas' dejaron perfiles negativos en la vida interna de la nueva sociedad […] Los Mitscherlich señalaron que 'el deber moral de guardar luto por las víctimas de nuestros objetivos ideológicos […] podría ser de momento sólo un acontecimiento anímico superficial', porque, dadas las circunstancias, el derrumbamiento emocional —que según criterios psicológicos era de esperar— había quedado desplazado por mecanismos y estrategias 'que están muy próximos a la protección biológica de la supervivencia […]'. Mientras la subsistencia de la nación fuera puesta en tela de juicio desde el exterior de alguna forma perceptible y las necesidades concretas de la población impidieran la preocupación sentimental por la propia culpa, el duelo y la melancolía —que sólo pueden soportarse desde un trasfondo social hasta cierto punto seguro— se ven reprimidos. Por esa razón, también Alexander y Margarete Mitscherlich están muy lejos de basar en la ausencia de duelo en los años inmediatamente posteriores al fin de la guerra un reproche de reacciones psíquicas inadecuadas. Sólo consideran problemático el que 'tampoco más adelante se produjo el duelo adecuado por los seres humanos que, por hechos nuestros, resultaron muertos en gran número'.”
Extracto de Construcciones de duelo: Günter Grass y Wolfgang Hildesheimer, de W.G. Sebald.
6.La excepción Nossack Nossack trató de comprender las categorías del duelo recurriendo a los precedentes de la tragedia griega, y se dio cuenta de que en una sociedad que, por pánico de sentirse culpable, tenía que prohibirse mirar atrás para economizar las energías vitales que le quedaban, que en esa sociedad cualquiera que hablara de 'lo que hemos dejado atrás era condenado por la opinión pública'. Nossack comprendió antes que otros en qué consistía sobre todo la dificultad de escribir después de la guerra: en que recordar es un escándalo y quien se atreve a hacerlo tiene que soportar, como Hamlet, las amonestaciones de los nuevos gobernantes.
Do not for ever with thy vailed lids Seek for thy noble father in the dust: thou know'st 'tis common; all that lives must die, Passing through nature to eternity.
(Trad.: No siempre con abatidos párpados busques entre el polvo a tu noble padre. Tú sabes que esto es común: todo lo que vive debe morir, pasando de la naturaleza a la eternidad.)
A esas palabras más bien diplomáticas de la reina, en las que todavía se equilibran la preocupación por el hijo y el miedo a ser descubierta [tras casarse con el nuevo rey, por conspirar para matar al antiguo, su esposo], sigue la advertencia más explícita del nuevo regente de que aferrarse a un duelo pertinaz es conducta impía y obstinada; de ello se deduce que, en una comunidad política que soporta una carga, querer recordar a las víctimas que precedieron a su establecimiento equivale a dudar de la legitimidad del nuevo orden, que debe desrealizar el pasado e identificarse con los vencedores.”
Extracto de Construcciones de duelo: Günter Grass y Wolfgang Hildesheimer, de W.G. Sebald
0. Punto de partida “Esta aldea es propiedad del castillo; quien en ella vive o duerma, en cierto modo vive o duerme en el castillo. Nadie puede hacerlo sin permiso del conde.”
El Castillo, de Franz Kafka
7. Su territorio “Una verdad científica no triunfa porque convenza a sus adversarios y les haga ver la luz, sino más bien porque a la larga sus adversarios se mueren, y crece una nueva generación que tiene en esa verdad algo que siente como familiar”.
Cita atribuida a Max Planck, Premio Nobel de Física.
8. ¿Será posible vencer la muerte invadiendo su propio territorio? ¿Será posible aniquilar al caballo de ajedrez? ¿Será posible decretar la muerte de ese mundo? ¿Habrá nacido ya esa generación?
9. No eran ni judíos ni polacos ni rusos aquellos de cuya muerte llegaba noticia. No eran tampoco extranjeros aquellos frente a cuyo cuerpo y memoria exhibimos nuestra incapacidad para el duelo, nuestra pertenencia al castillo. Nosotros, los leales, los ilusos, nosotros, los que somos de la aldea.