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Buen vivir y nuevos hábitos de consumo

El Buen vivir debe traducirse en una cotidianidad distinta de la existente, a sabiendas de que ésta vulnera la dignidad y los derechos humanos de las personas.
Tipo de Nota: 
Opinión

Buen vivir y nuevos hábitos de consumo

26 de Junio de 2014
Palabras clave

El Buen vivir asigna unas enormes responsabilidades al Estado. De hecho, para dar concreción a ese ideal –según sean las dinámicas económicas, culturales, políticas y medioambientales de cada sociedad en particular— se requiere de la implementación de políticas públicas atinadas, lo cual es imposible que se haga desde Estados débiles tanto en sus recursos financieros como en su diseño institucional.

Esta línea reflexión requiere, obviamente, un mayor desarrollo conceptual, pero basta con dejar establecida, por ahora, la necesidad de un Estado fuerte (no grande ni pesado) para la concreción del Buen vivir. O sea, no se trata de un “Ogro filantrópico”, pero tampoco de un Estado sometido a los caprichos e intereses de élites de poder económico y político, sino capaz de trazarse el Bien común como horizonte ético-político.

Veamos la otra cara de la moneda: la respon...

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