Se postraron 15 días enfrente del Ministerio de Salud y no recibieron respuesta. Unos 300 viajaron en representación de los más de 1500 que viven en estos centros pues no gozan de ningún familiar que los asista ni seguro del IGSS. Así que el 28 de marzo, decidieron llevar carpas blancas para albergar a unas 300 personas. Había colchonetas para que durmieran. Bloquearon la 6 avenida entre 6 y 7 calle de la zona 1, para cubrir la entrada a la Casa Presidencial. Tenían fotografías. Eran de la campaña. A medio día, las fuerzas de seguridad ya no les permitieron entrar a los que salían a los baños de los locales comerciales que se los prestaban a los manifestantes. Algunos orinaron en la calle pues no querían abandonar la protesta. Desde una silla de ruedas, uno se identificó como Wicho Loco, huelguero del Honorable Comité de los años 50s, dijo que “para gozar del triunfo hay que estar en la batalla” cuando un contingente de unos 40 policías de las Fuerzas Especiales Policíacas se alineó en varias filas. Tenían la orden de desalojarlos pero desistieron ante la presencia de los estudiantes que se aparecieron otra vez “para defender a los abuelitos”.
Un estudiante sin capucha le habló a los policías, agarrado a la baranda que cerraba la cuadra, viéndolos a uno por uno: “Vos también sos explotado, yo también soy parte de los que ganan poco. ¿Qué hace la Policía? ¿Pelea contra los viejitos?” Los manifestantes y los acompañantes aplaudieron.
Alexander Carvajal, representante legal de Dulce Refugio, contó que en el asilo mueren de 7 a 9 personas cada mes, que no tienen agua, luz, medicinas, y el personal lleva 3 meses “sin recibir un centavo.”
“Si no nos escuchan esta vez, nos vamos a tomar la calle del aeropuerto, a ver si allí nos quieren oír”, indicó Armando Sáenz, manifestante petenero.
Después de la tormenta
Un día después de los discursos encendidos, han pactado. El Comisionado Presidencial para el Diálogo, Miguel Ángel Barcárcel, quien es el enlace con el gobierno, sostiene que no les pueden trasladar los fondos para que ellos los manejen porque sería malversación. Según él, con la aprobación de la Ley del Presupuesto 2012, en el artículo 29 se prohíbe a Organizaciones No Gubernamentales manejar dinero del Estado: “el Congreso sería el único que pudiera trasladar los fondos. Nosotros estamos dispuestos a pagar sus cuentas de costos y financiamiento, pero no que administren ellos el dinero”. También ofreció implementar una Política de Estado en torno a la protección del adulto mayor pero no se sabe todavía cuándo porque el Ministerio de Desarrollo Rural está en “implementación ".
Mientras tanto, los ancianos decidieron partir decepcionados y comentaron “que les habían visto la cara de nuevo” y comenzaron a deshacer sus carpas. “Los abuelos no pueden quedarse la semana completa”, comentó Henry Ramírez, dirigente de los asilos. Regresarán el 11 de abril que les dio cita la Comisión de Salud del Congreso.