Pero, en efecto, es trascendental que en un documento con membrete del Vaticano se admita públicamente que "….las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana". Acto seguido se lee la siguiente interrogante: "¿Estamos en grado de recibir a estas personas aceptando su orientación sexual y garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestras comunidades?".
Hay que aclarar que, en términos de la doctrina oficial, la Iglesia Católica Romana Apostólica sigue considerando que las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer. Pero, el tono de la reflexión planteada por el Papa Francisco es, sin duda, importante. Importante porque hay que recordar que hoy en día, la legitimidad de cualquier forma organizativa social está dada (entre otras razones) con respecto del trato que provee hacia los colectivos considerados como débiles o ´diferentes-minoritarios´. Me parece muy claro el intento de aggiornamento que Francisco está llevando a cabo.
El tono de esta columna no está solamente basado en la importancia que hoy tienen los derechos de género e identidad sexual como componentes fundamentales de los derechos civiles para cualquier democracia liberal. El tono de esta columna está dado en el sentido de reconocer la importancia que conlleva para Occidente que la institución burocrática occidental más antigua (y de la cual dependen espiritualmente 1,165.714,000 personas) muestre un nueva cara de tolerancia. Porque precisamente, si algo ha sido propio y especial de la tradición occidental liberal lo ha constituido la tolerancia. (A pesar de las épocas oscuras).
La tolerancia en el mundo cristiano hacia el fenómeno que hoy denominamos homosexual no es, en realidad, nada nuevo. Vale la pena mencionar aquí el texto de John Boswell, ´Same-Sex Unions in Pre-Modern Europe´. Como suele suceder con cualquier publicación donde el tema es polémico, el libro es alabado por unos y criticado por otros. Sin embargo, los casos referidos en el libro son interesantes de notar incluso si como afirman los críticos de Boswell, estuviésemos ante ´hechos aislados´ donde la Iglesia Romana llevó a cabo ´uniones de amor´ para personas del mismo sexo. Pero hay cuestiones que no son hechos aislados. Boswell hace referencia a la institución de la Adelfophoiesis (la ceremonia para unir en vida común a parejas / personas del mismo sexo), institución que la Iglesia Católica Romana Apostólica abolió en el siglo V dC. Se pueden mencionar además, los casos de San Sergio y San Baco, de quienes aún se discute si eran amigos/amantes o, ´hermanos´. De acuerdo a Boswell, habían sido unidos en el ritual de la adelfophoiesis. Pero al momento del martirio, no renegaron de la fe que habían conocido. Como diría el propio Francisco, ¿Quién soy yo para juzgar?
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Me parece que se está desenterrando un aspecto olvidado del cristianismo occidental que también es minimizado en el estudio institucional del ´Occidente político´. Porque, por mucho que se hable de la tradición judeo-cristiana como la base toral del Occidente, esta última no sería sino un apelativo a la intolerancia propia del monoteísmo de no ser por la influencia greco-romana. Uno puede cuestionar si en realidad el mundo cristiano primitivo era tolerante al comportamiento hoy denominado homosexual (Boswell precisamente intenta re-interpretar la Epístola a los Romanos) pero lo que no se puede cuestionar es el carácter pragmático del mundo romano para incluir aquello que tiene valor, por diferente que sea. Así entonces, por ejemplo, el mundo romano era capaz de adoptar en su seno deidades extranjeras.[fn]De acuerdo a la leyenda, luego de concluir la guerra, Publio Cornelio Escipión le pregunta la estatua de Juno Regina si esta quiere venir a Roma. La estatua lo escucha, y luego le guiña el ojo, como diciendo... ´llévame por favor´.[/fn]
Esta misma lógica romana nos explica la importancia del primer Concilio de los Apóstoles modificando así la economía de la Iglesia y abriéndola hacia un universo que, originalmente no estaba contemplado. Recuérdese la frase de San Pedro al momento de entrevistarse con Cornelio: ´“Y les dijo: Vosotros sabéis que es abominable a un varón judío juntarse o llegarse a extranjero; más me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo”. Esta apertura, resultado de un micro-universo cristiano-semita en contacto con el mundo romano, permitió que la cultura helenista con su amplio influjo en el idioma influyera en la liturgia cristiana y además, por si fuera poco, se estructuraron las formas de pensamiento teológicas y dogmáticas con base a la lógica aristotélica. El cristianismo se hizo civilizado. Todo por, abrirse a lo ´diferente´.
¿Ante qué fenómeno nos encontramos entonces? ¿Ante el de un cristianismo romano que se reencuentra con sus raíces latinas de tolerancia pagana? Es posible. A final de cuentas, el catolicismo es un judaísmo romanizado. Pero también es cierto que si las religiones tienen alguna cabida en el mundo de hoy (y léase esto con respecto a los brutales actos cometidos por el Islam Radical), es de vital importancia sintetizar la idea de una comunidad universal de creyentes donde la discriminación y la marginación estén minimizados.
No se trata entonces solamente de reiterar que el ´mensaje cristiano no es para los justos sino, para los pecadores´. Se trata de hacer notar que para empezar, nadie está acusando. De hecho, lo interesante de la afirmación: "las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana" es el contexto donde aparece: Esta frase no está amarrada en el documento a ninguna previa definición de pecado o de conducta desviada. Me viene a la mente la frase con la que Jesús confronta a la mujer ´pecadora´… Mujer, ¿Dónde están los que te acusan? El reconocimiento no es condicionado, es pleno y lleno. Cómo le fue dicho a Pedro en su visión: ´Lo que Dios limpió, no lo llames tú común´ (Hch 10:10-16).
O como detalla Ezequiel para describir el amor de divino por su pueblo: ´eran tiempos de amores… pasé junto a ti, te vi y te amé´ (Ez.16:8).
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