Alfonso Alonzo ha tenido éxito rotundo en perfilarse como el prototipo de la peor escoria del gabinete del gobierno actual: sin pudor declaró en público su carencia de conocimientos para el cargo, tuvo el descaro de defender fechorías propias como la del uso de un helicóptero privado para ir a votar, es operador de grupos delictivos como los narcoganaderos de Izabal, defendió públicamente y sin pudor el nepotismo evidente en el que incurrió cuando contrató a las madres de sus hijos, ha traficado con plazas fantasmas y mantiene negocios turbios con alcaldes que lo han apoyado políticamente, solo por mencionar sus escándalos más sonados. Este delincuente no esconde sus intenciones de postularse a algún cargo de elección popular en 2019, luego de su fracasada candidatura en 2015 por el partido Líder a la alcaldía municipal de Santiago Sacatepéquez, en la que solo obtuvo 436 votos.
Es difícil ubicar el segundo lugar entre la constelación de corruptos e ineptos en el gobierno de Jimmy Morales. Sin duda destaca la artista de la vergüenza internacional, la canciller Sandra Jovel, quien saltó al estrellato por ser una de las principales ejecutoras de los ataques contra el comisionado Iván Velásquez. Además, debe ser investigada como la operadora del viaje a Israel y porque le dio más importancia a la petición de anonimato del millonario Sheldon Adelson, por ser el propietario y proveedor del avión en el que Jimmy Morales y su pandilla viajaron a Israel en comitiva oficial, que a cumplir la Ley de Acceso a la Información Pública.
Además del bochorno de tener una ministra de Relaciones Exteriores para quien la voluntad de un millonario estadounidense es más importante que las leyes y los intereses guatemaltecos, la canciller hizo el ridículo internacional al pedir el cambio de los embajadores de Venezuela y Suecia en Guatemala. La semana pasada volvió a hacer el ridículo por su ineptitud en asegurarles paso expedito a las donaciones para ayudar a las víctimas de la tragedia del volcán de Fuego, siendo el caso más escandaloso la forma en la que Jovel le respondió al sacerdote salvadoreño Edwin Baños, quien esperó más de 12 horas en una aduana fronteriza intentando ingresar cuatro camiones cargados con 15 toneladas de ayuda.
[frasepzp1]
Se disputa el segundo lugar el ridículamente famoso vocero presidencial de Jimmy Morales, Heinz Hiemann, quien en varias ocasiones hasta ha provocado risa por los disparates que se atreve a decir. Sin embargo, el caso de Hiemann no es ningún chiste porque él es un gran corrupto que ya enfrenta un reparo de la Contraloría General de Cuentas por tener dos contratos con el Estado. No se queda atrás Sergio Cabañas, secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, por haber ignorado las advertencias de la inminente erupción del volcán de Fuego contenidas en los boletines del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, lo cual lo erige prácticamente en un homicida culposo de facto, posible responsable de la muerte de cientos o hasta millones de afectados.
La lista sigue y sigue. Pero, de todos, el peor es el mismo Jimmy Morales, ya que es el responsable de todo este desorden, corrupción e ineptitud que hoy algunos todavía llaman gobierno. Por su cargo de presidente de la república, es el principal culpable de proteger y encubrir a este atajo de corruptos e ineptos, a quienes mantiene en cargos de responsabilidad altísima, que no son ni juguete ni broma.
El hecho de que falten 19 meses para el final programado de esta pesadilla es causa más que justificada para preocuparse.
Más de este autor